La Generosidad de Pedro
Había una vez un niño llamado Pedro, que siempre soñaba con viajar por el universo y conocer nuevas galaxias. Un día, mientras caminaba por la calle, vio un cartel anunciando un concierto de su grupo de Kpop favorito.
Pedro no podía creerlo, su grupo favorito venía a su ciudad y él no tenía dinero para comprar las entradas. Pero decidió que no se rendiría tan fácilmente.
Recordó que su abuelo tenía una avioneta guardada en el garaje y decidió pedírsela prestada para venderla y así poder comprar las entradas del concierto. Después de mucho esfuerzo logró vender la avioneta, pero cuando fue a comprar las entradas descubrió que ya estaban agotadas.
Desanimado, comenzó a caminar hacia su casa con los pantalones rotos y sucios. De repente, escuchó unos gritos detrás de él. Era una chica llorando porque había perdido sus entradas para el concierto.
Pedro se acercó a ella y le preguntó qué había pasado. "Perdí mis entradas para el concierto", dijo la chica entre sollozos. "Yo también quería ir al concierto pero no pude conseguir las entradas", respondió Pedro. La chica miró los pantalones rotos de Pedro y le preguntó qué había pasado.
Él le contó toda la historia sobre cómo vendió la avioneta para comprar las entradas pero éstas ya estaban agotadas.
La chica lo miró sorprendida y le preguntó si realmente había vendido una avioneta solo por unas entradas para un concierto. Pedro asintió con la cabeza y se encogió de hombros. "Eres un chico muy valiente y generoso", dijo la chica sonriendo. De repente, un hombre salió corriendo hacia ellos.
Era el representante del grupo de Kpop que venía a buscar a la chica para llevarla al backstage del concierto. Pero cuando vio a Pedro, le preguntó si quería acompañarlos también. Pedro no podía creer lo que estaba sucediendo.
Había vendido una avioneta para comprar entradas que no pudo conseguir pero ahora tenía la oportunidad de conocer a su grupo favorito en persona gracias a su generosidad. Juntos, Pedro y la chica subieron al auto del representante y fueron llevados al backstage del concierto.
Allí conocieron a los integrantes del grupo de Kpop quienes se sorprendieron por la historia de Pedro y le regalaron una camiseta firmada por todos ellos. Pedro volvió a casa esa noche sintiéndose más feliz que nunca antes.
Aprendió que ser generoso puede tener recompensas inesperadas y que siempre hay una forma de cumplir tus sueños si te esfuerzas lo suficiente.
Y aunque ya no tenía una avioneta, tenía un nuevo tesoro: una camiseta firmada por sus ídolos del Kpop.
FIN.