La Geometría de Kenggi



En una pequeña ciudad argentina, había un estudiante llamado Kenggi que, aunque era muy curioso, no le prestaba atención a las clases de geometría. Para él, esos triángulos, cuadrados y círculos eran solo dibujos aburridos en un cuaderno. Todo cambió un día cuando, tras salir del colegio, se perdió en un laberinto de un parque cercano.

La tarde era soleada y Kenggi decidió explorar un nuevo camino que nunca había tomado antes. Pero, al poco tiempo, se dio cuenta de que había entrado en un laberinto lleno de setos altos que daban vueltas y más vueltas.

- ”¿Ayuda! ¿Dónde estoy? ” - gritó Kenggi, pero solo el eco le respondió.

Mientras se adentraba más en el laberinto, se encontró con una extraña criatura brillante llamada Geometris. Tenía el cuerpo en forma de pentágono y ojos en forma de estrella.

- ”Hola, Kenggi. Soy Geometris, el Guardián de la Geometría. Veo que no prestabas mucha atención a mis amigos: los elementos geométricos. ¡Pero hoy eso va a cambiar! ” - dijo Geometris con una sonrisa.

Intrigado, Kenggi le preguntó: - ”¿Cómo? ¿Qué tiene que ver la geometría con esto? ”

Geometris sonrió y, con un movimiento de su mano, hizo aparecer una puerta en el laberinto. - ”Cada vez que resuelvas un desafío geométrico, se abrirá una nueva puerta que te acercará a la salida. ¿Te animas? ”

Kenggi, un poco dudoso, accedió. De repente, aparecieron tres caminos frente a él, cada uno marcado con un símbolo geométrico: un triángulo, un cuadrado y un círculo.

- ”Para elegir el camino correcto, tendrás que resolver el desafío que corresponda a cada forma. ¡Comencemos con el triángulo! ” - dijo Geometris.

La criatura presentó el primer desafío: - ”Si un triángulo tiene dos lados de 5 cm y un lado de 8 cm, ¿es un triángulo válido? ”

Kenggi pensó un momento y recordó que la suma de los dos lados más cortos debe ser mayor que el lado más largo.

- ”Sí, sí se puede formar. 5 + 5 > 8” - respondió emocionado.

- ”¡Correcto! La puerta se abrirá” - exclamó Geometris. Y así fue, la puerta se abrió y Kenggi avanzó por el camino.

Al llegar a la siguiente sección, se topó con la forma cuadrada. Geometris le explicó el nuevo desafío: - ”Dibuja un cuadrado y luego calcula su área si cada lado mide 4 cm.”

Kenggi, al principio dudoso, comenzó a recordar su lección: - ”¡El área de un cuadrado es lado por lado! Así que sería 4 por 4, lo que da 16 cm².”

- ”¡Bien hecho! Ahora puedes pasar” - felicitó Geometris mientras la puerta se abría de nuevo.

Finalmente, Kenggi llegó a la última sección donde había un gran círculo dibujado en el suelo. Geometris se mostró serio.

- ”Ahora tienes que calcular la circunferencia del círculo. Su radio es de 3 cm.”

Kenggi hizo un esfuerzo por recordar y al fin recordó la fórmula: - ”La circunferencia es 2 por pi por radio, entonces sería 2 * 3.14 * 3, lo que dá aproximadamente 18.84 cm.”

- ”¡Increíble! Has superado todos los desafíos. Ahora la puerta final se abrirá y podrás irte a casa. Pero antes, recuerda lo que aprendiste: la geometría está en todas partes: en la naturaleza, en los edificios, en el arte... ¡en todo! ” - dijo Geometris.

Kenggi, emocionado y agradecido, atravesó la última puerta y salió del laberinto. Desde ese día, cada vez que veía un triángulo, un cuadrado o cualquier figura geométrica, sonreía y recordaba su aventura con Geometris.

- ”¡La geometría no es solo dibujos aburridos! Es un mundo lleno de posibilidades! ” - se decía a sí mismo. Y así, Kenggi se convirtió en el mejor estudiante de geometría de su clase, siempre dispuesto a explorar los secretos de las formas y sus mágicas relaciones.

FIN.

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