La Goliada del Mundo
Era un día soleado en la ciudad de Manchester, donde Santi y Fran, dos amigos fanáticos del fútbol, estaban muy emocionados por el gran partido que se iba a jugar entre Manchester United y Manchester City. No era un partido cualquiera: hoy, sus dos equipos favoritos se enfrentaban en la gran final de la Copa Metropolitana.
Santi, con su camiseta roja del United, estaba en la casa de Fran, que llevaba puesta la camiseta celeste del City. Ambos eran hinchas fervientes, pero este día hicieron un pacto de amistad y deportividad.
"Vamos a disfrutar del juego y a alentar a nuestros equipos, ¿no?" dijo Santi, sonriendo.
"¡Claro! Al final, lo importante es el fútbol y pasarla bien, amigo" respondió Fran, levantando su refresco en señal de amistad.
Los dos amigos se sentaron frente al televisor, llenos de nervios y emoción. Con el pitido inicial, el estadio repleto de hinchas rugió como un trueno. La rivalidad era palpable, y desde el primer minuto, ambos equipos mostraron que no se iban a guardar nada. Sin embargo, lo inesperado pasó: ¡Santi y Fran comenzaron a notar que, aunque era un partido entre sus equipos, había algo extraño en la transmisión!"¿Viste eso? ¡Hay personajes extraños en la cancha!" exclamó Fran, señalando la pantalla. En efecto, había dos curiosos personajes en la tribuna que de alguna manera estaban influyendo en el juego.
Estos eran Mate y Feli, dos pequeños duendes del fútbol que habían llegado desde el mundo mágico del deporte. Se notaba que disfrutaban del partido, y sus risas resonaban mientras utilizaban su magia para darles empujones a los jugadores, haciendo que el partido estuviera más emocionante.
"¡Mate, mira eso! ¡El jugador del City acaba de dar un pase perfecto gracias a tu magia!" le dijo Feli, con una chispa en los ojos.
"Sí, Feli, pero como hagamos que el United no se quede atrás, ¡será un dia de locos!" respondió Mate, y juntos, comenzaron a hacer estragos en el juego.
Mientras el partido avanzaba, Santi y Fran no podían creer lo que sucedía. Los goles comenzaron a caer como si fuera un torrente. Primero, el United hizo un gol, luego dos, luego tres, y al final de la primera mitad estaban ganando 5 a 0.
"¡Increíble! Esto es una goliada", decía Santi mientras saltaba de la emoción.
"No puede ser, ¡esto es magia!" reflexionó Fran, un poco desanimado pero con una sonrisa.
Mate y Feli, viendo la situación, decidieron poner un poco más de emoción al juego.
"¿Y si hacemos que el City también logre un gol para que el segundo tiempo sea más emocionante?" sugirió Feli.
"¡Buena idea! Así se divierten también", respondió Mate, listando su varita mágica.
Así fue como, en un abrir y cerrar de ojos, el City logró hacer su primer gol, lo que emocionó a Fran. Pero eso desató la chispa de competencia entre los duendes.
"Eso le da un toque especial al partido. ¡Vamos, United!", gritó Santi, mientras se reían juntos.
Con la magia de Mate y Feli, los goles siguieron cayendo a un ritmo desenfrenado. Fue un espectáculo que dejó a todos los espectadores con el corazón en la boca.
Cuando el partido terminó, el United ganó 5-0, pero lo más importante fue que Santi y Fran se dieron cuenta de que lo que realmente importaba era que juntos disfrutaron del juego y la emoción del deporte, sin importar el marcador.
"Al fin y al cabo, el fútbol es diversión y amistad, ¿no?" dijo Santi, sonriendo a su amigo.
"Totalmente, amigo. Brindemos por más partidos así, y por nuestra amistad" respondió Fran, chocando sus refrescos como si celebraran un gran gol.
Y así, esta goliada del mundo no solo los convirtió en amigos más cercanos, sino que también les enseñó que siempre hay lugar para la diversión, la amistad y, sobre todo, disfrutar cada momento en la vida como un verdadero juego. Déjenme seguir divirtiéndolos con el mágico mundo del fútbol.
FIN.