La gota de lluvia valiente


Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos cristalinos, una gota de lluvia llamada Lluvia.

Ella era muy especial porque tenía la habilidad de dar amor a todo lo que tocaba, incluso al amanecer y a la vida misma. Un día, mientras caía del cielo junto con sus hermanas gotas de lluvia, Lluvia se desvió del camino y cayó sobre un jardín abandonado.

Al tocar el suelo, sintió cómo las plantas secas comenzaron a revivir gracias a su amoroso beso. "- ¡Miren! -exclamó Lluvia emocionada-. ¡Estoy haciendo crecer estas flores!"Las otras gotas de lluvia se acercaron para ver lo que estaba pasando y quedaron sorprendidas por el milagro que estaban presenciando.

Pronto todas ellas decidieron unirse para ayudar en la tarea de hacer crecer aquel jardín olvidado. Con cada beso amoroso que daban las gotitas de lluvia, las plantas cobraban más vida y color.

Los pájaros comenzaron a cantar más fuerte y los insectos volvieron a revolotear por el aire. Pero no todo sería fácil para nuestras heroínas. Un día llegó una gran tormenta acompañada por vientos huracanados que amenazaba con arrasar todo lo que habían construido hasta ahora.

Lluvia y sus hermanas lucharon valientemente contra los elementos naturales para proteger su querido jardín.

Con cada golpe del viento o descarga eléctrica, ellas se aferraban más fuerte a las plantas para que no se rompieran ni cayeran al suelo. La tormenta duró toda la noche y cuando finalmente amaneció, el jardín estaba destrozado. Las gotas de lluvia estaban agotadas y tristes por lo que habían perdido, pero Lluvia sabía que no podían rendirse.

"- No importa cuántas veces caigamos -dijo Lluvia con determinación-. Lo importante es siempre levantarnos y seguir adelante. "Con estas palabras, Lluvia inspiró a sus hermanas para continuar trabajando en el jardín.

Poco a poco, las plantas comenzaron a recuperarse gracias a su amoroso cuidado y esfuerzo constante. Finalmente, llegó el día del gran concurso de jardines del pueblo. Lluvia y sus hermanas presentaron su trabajo ante los jueces y todos quedaron maravillados por la belleza del lugar.

El primer premio fue otorgado al jardín de Lluvia y sus hermanas gotitas de lluvia. Todos aplaudieron emocionados mientras ellas celebraban en medio de las flores.

Desde ese día en adelante, el jardín se convirtió en un lugar muy especial para todas las personas del pueblo. Y cada vez que llovía, todos sabían que era gracias al amoroso beso de Lluvia que todo cobraba vida nuevamente.

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