La gotera que unió a la comunidad



Había una vez un edificio muy grande en el centro de la ciudad. En uno de los departamentos del último piso, había una gotera que estaba causando muchos problemas.

El agua goteaba sin parar y estaba dañando las paredes y el techo del departamento debajo. La vecina afectada se llamaba Carmen y estaba muy enojada.

Fue a hablar con su vecino de arriba, quien era el dueño del departamento donde estaba la gotera, pero él no parecía estar interesado en solucionar el problema. Carmen decidió entonces convocar a una reunión de consorcio para tratar este tema. Los vecinos se juntaron en el salón comunitario y discutieron sobre cómo resolver la situación.

"Esto es inaceptable", dijo Carmen con voz firme. "No podemos permitir que alguien viva tan despreocupado mientras su negligencia nos afecta a todos". "Tienes razón", agregó otro vecino llamado Juan. "Debemos tomar medidas para asegurarnos de que esto no vuelva a pasar".

Los vecinos decidieron enviar una carta al dueño del departamento con la gotera exigiendo que arreglara el problema lo antes posible o enfrentaría acciones legales.

Sin embargo, después de varios días sin respuesta por parte del propietario, los vecinos comenzaron a sentirse frustrados e impotentes ante la situación. Fue entonces cuando surgió una idea brillante: organizar un evento comunitario para recaudar fondos y pagar por las reparaciones necesarias en el departamento superior.

Los vecinos trabajaron juntos durante semanas para planear un gran festival callejero lleno de música, comida y juegos divertidos. El evento fue un éxito rotundo y lograron recaudar suficiente dinero para arreglar la gotera. Pero lo que no esperaban era el efecto que esto tendría en la comunidad.

Los vecinos habían trabajado juntos hacia un objetivo común, lo que había creado un gran sentido de unidad entre ellos.

"¡No podemos quedarnos aquí! ¡Debemos seguir trabajando juntos para resolver otros problemas en nuestra comunidad!", exclamó Juan emocionado en una reunión posterior al evento. Los vecinos comenzaron a organizarse para abordar otros problemas en su barrio, como la falta de iluminación en las calles o los baches en las carreteras.

Pronto, su trabajo se extendió por toda la ciudad y más personas se sumaron a sus esfuerzos. Y así fue como una simple gotera llevó a una revolución pacífica que cambió el rumbo del país.

La gente aprendió que si trabajan juntos, pueden lograr grandes cosas y hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

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