La Gran Amistad de la Granja



Era un hermoso día en la granja de Don Pedro. El sol brillaba y los animales estaban muy contentos. El gallo, llamado Roco, se despertó muy temprano y comenzó a cantar con su fuerte voz:

- ¡Kikirikiiii! ¡Es hora de levantarse! ¡Vamos a jugar!

Las vacas, las ovejas y los patos empezaron a estirarse y a salir de sus establos. La vaca Lana dijo:

- ¡Muuu! ¡Quiero jugar a la pelota!

Las ovejas, que estaban muy curiosas, se acercaron y balaron al unísono:

- ¡Beee! ¡Nosotres también queremoos!

Roco, como buen líder, propuso una carrera alrededor del estanque. Todos los animales se emocionaron por la idea, así que el pato Lucas, que siempre se sentía un poco fuera de lugar, decidió unirse:

- ¡Cuac, cuac! ¡Yo también quiero! ¡Voy a ganar!

Los animales se alinearon. - ¡A la cuenta de tres! - gritó Roco. - ¡Uno, dos, tres, ya!

Los animales corrieron a toda velocidad, dejando huellas en la tierra. Pero el pequeño pato Lucas no corría tan rápido como los demás y se lastimó una patita.

- ¡Ay, ay! - se quejó Lucas con un triste Cuac.

Roco se dio vuelta y vio a su amigo en el suelo. - ¡Esperen! - llamó. - Lucas necesita ayuda.

Las vacas, las ovejas y el mismo Roco se acercaron al pato.

- ¡No te preocupes, Lucas! - dijo Lana.- ¡Estamos aquí para ayudarte!

Los animales trabajaron juntos. Lana le trajo un poco de hierba fresca para que comiera, mientras que las ovejas lo rodeaban.

- ¡Baaaa! ¡Eres un gran amigo, Lucas! - n comentó una ovejita llamada Nube, moviendo su cola.

Lucas se sintió mejor al escuchar eso. - ¡Gracias, amigos! - dijo él. - ¡No sabía que podría contar con ustedes!

Después de un rato, el pato pudo levantarse, pero no podía correr.

- ¡No puedo jugar! - dijo Lucas, bajando la cabeza.

- ¡Claro que sí puedes! - dijo Roco. - Vamos a inventar un juego para ti.

Y entonces, Roco tuvo una idea. - ¡Vamos a jugar al escondite! ¡Tú te escondes, Lucas, y nosotros te buscamos!

El pato se iluminó con la idea. - ¡Sí! ¡Eso suena genial! El cuento de la amistad comenzó a florecer, y cada uno de los animales se turnaba para buscar a Lucas cuando él se escondía bajo las hojas y detrás de las macetas. El tiempo pasó volando, y rieron todos juntos.

Al final del día, Lucas les dijo agradecido: - ¡No solo me ayudaron hoy, sino que también me enseñaron lo importante que es tener amigos!

Roco, emocionado, agregó: - ¡La amistad significa apoyarnos y divertirnos juntos!

Todos los animales hicieron un pacto. Desde ese día, siempre se ayudarían y nunca dejarían a nadie atrás. Así, riendo, cantando y jugando, la granja fue un lugar donde todos se sintieron como en casa, rodeados de los mejores amigos.

Y así, cuando caía el sol, escuchaban en la granja la linda melodía de los animales, que sonaban como:

- ¡Muuu! ¡Beee! ¡Cuac! ¡Kikirikiii!

Cada sonido era una canción a la amistad que habían construido entre ellos.

FIN.

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