La Gran Amistad de Lucas y Valentina



Era un soleado día en el jardín de infantes 'Pequeños Exploradores'. Lucas y Valentina, dos niños de 4 años, estaban jugando en el patio. Ambos eran grandes amigos, pero en algunas ocasiones, los celos y la emoción de jugar hacían que se golpearan sin querer. Un día, mientras jugaban a la pelota, ocurrió un pequeño accidente.

"¡Valentina! Pasame la pelota, por favor", gritó Lucas.

"¡Ya voy!", respondió Valentina, corriendo hacia la pelota.

Pero al intentar patearla, Valentina se tropezó y, sin querer, le dio un empujón a Lucas que lo hizo caer. Lucas se quedó mirando a su amiga con ojos grandes.

"¡Ay! Eso dolió", dijo Lucas, frotándose la rodilla.

"Lo siento mucho, Lucas. No quise hacerte daño", se disculpó Valentina.

A pesar del golpe, ambos rieron, y en un instante la tristeza se convirtió en alegría. Decidieron que tenían que practicar un nuevo juego que no involucrara golpear, así que se les ocurrió jugar a las escondidas.

Mientras jugaban, se acercó Agustín, un nuevo compañero del jardín. Miraba desde lejos, triste y perdido, ya que aún no había hecho amigos.

"¿Qué estás haciendo, Agustín?", preguntó Valentina al notarlo.

"Nadie quiere jugar conmigo", respondió Agustín, con una lágrima asomando en su ojo.

Lucas y Valentina se miraron y estuvieron de acuerdo en que el nuevo amigo necesitaba su apoyo.

"¡Vení a jugar con nosotros! Podemos hacer un equipo", le dijo Lucas con una sonrisa.

"Sí, a veces puede ser difícil hacer amigos. Pero juntos podemos divertirnos", agregó Valentina.

Agustín sonrió y se unió a ellos. Así, los tres comenzaron a jugar, buscando lugares para esconderse en el patio. Pronto, el lugar se llenó de risas y diversión. Sin embargo, en medio del juego, Lucas se dio cuenta de que Agustín se había quedado atrás. No quería que su nuevo amigo se sintiera mal, así que decidió ir a buscarlo.

"Agustín, ¡vení! No queremos que te quedes solo", dijo Lucas.

"¡Sí! ¡Nuestro equipo no es igual sin vos!", agregó Valentina.

Agustín se unió a ellos agradecido y, juntos, formaron una gran amistad. Al final de la tarde, los tres estaban jugando felices, pero de pronto, Valentina vio que algunos niños estaban riéndose de Sofía, una niña que también era nueva en el jardín.

"No me gusta cómo la tratan", dijo Valentina.

"Sí, deberíamos ayudarla", contestó Lucas.

"Pero cómo, si no nos hace caso", dijo Agustín, algo dudoso.

"La lealtad es ayudar a un amigo", respondió Valentina, y juntos decidieron acercarse a Sofía.

"Hola, Sofía. ¿Querés jugar con nosotros?", preguntó Lucas amablemente.

"¡Sí! Pero no sé jugar a nada", respondió Sofía un poco triste.

"No te preocupes, ¡te enseñaremos!", dijo Valentina emocionada. Pronto, el grupo se unió y todos comenzaron a jugar juntos, creando nuevos recuerdos y riendo.

Durante esa semana, Lucas, Valentina y Agustín se convirtieron en los mejores amigos, aprendiendo que ser leales significaba cuidar y apoyar a los demás y que la diversión es aún mayor cuando se comparte.

Así, en el jardín de infantes, la amistad se volvió más fuerte y el juego era siempre una oportunidad para incluir a otros. Nunca más Lucas y Valentina volvieron a golpear a alguien. En cambio, se aseguraron de que su amistad fuera un ejemplo de amor y lealtad para todos sus compañeros. Y así, juntos, exploraron el maravilloso mundo de la amistad en 'Pequeños Exploradores'.

Con el tiempo, la historia de cómo Lucas, Valentina y Agustín ayudaron a Sofía se volvió una leyenda en el jardín, recordándoles a todos la importancia de cuidar de sus amigos y ser amables.

FIN.

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