La gran aventura de Ele y sus amigos



Había una vez en un maravilloso bosque un elefante llamado Ele. Era un elefante muy especial, porque tenía una mejor amiga llamada Pipo, un perro lleno de energía. Juntos pasaban los días explorando cada rincón del bosque. Un día, mientras jugaban cerca de un gran arco iris que se formaba después de la lluvia, se encontraron con un panda llamado Pandy.

"¡Hola, amigos! ¿Puedo jugar con ustedes?" - preguntó Pandy alegremente.

"¡Claro! Vení, vamos a hacer una carrera para ver quién llega primero al final del arco iris" - propuso Ele emocionado.

Los tres amigos empezaron a correr. Sin embargo, no se dieron cuenta de que la carrera los llevó más lejos de su hogar. Después de un rato, se encontraron en una parte del bosque que nunca habían visto antes.

"Oh, oh. No reconozco este lugar. ¿Por dónde regresamos?" - dijo Pipo, un poco asustado.

"No te preocupes, Pipo. Solo necesitamos seguir el camino que hemos recorrido" - intentó calmarlo Ele.

Mientras seguían buscando el camino de vuelta, conocieron a una jirafa llamada Jiri, que estaba alcanzando hojas de una rama alta. Ella se dio cuenta de que los amigos se veían perdidos.

"¿Necesitan ayuda? Puedo ver todo desde aquí arriba" - ofreció Jiri con una sonrisa amable.

"Sí, por favor. Nos hemos desviado mientras corríamos" - respondió Ele, aliviado de encontrar un nuevo amigo.

Jiri inclinó su cuello largo y los guió con su mirada.

"Ahí está el arco iris, ¡sigan en dirección contraria!" - dijo Jiri señalando con su cabeza.

Los cuatro amigos comenzaron a caminar juntos, pero pronto llegaron a un cruce de caminos. Ele no sabía qué camino elegir.

"Quizás deberíamos cada uno tomar un camino diferente y encontrarnos de vuelta aquí" - sugirió Pandy.

"Pero… ¿y si nos perdemos aún más?" - se preocupó Pipo.

"Confiemos en que podremos encontrarnos. Les diré a todos que sigan el camino del arco iris, y en el nombre de la amistad, seguro que los volveremos a ver" - dijo Ele con valentía.

Así que se separaron, y Ele eligió un camino lleno de flores coloridas, mientras que Jiri decidió tomar el sendero que iba hacia un arroyo. Pipo seguía las huellas de otros animales, y Pandy se sintió aventurero y decidió escalar un pequeño montículo. Sin embargo, a cada uno les costó encontrar el camino de vuelta.

Ele, admirando las flores, de pronto tropezó con un pequeño arbusto y cayó en un pozo.

"¡Ay! Esto no era lo que esperaba..." - exclamó, mirando hacia arriba con un poco de tristeza.

Pero no se dio por vencido y comenzó a pensar en cómo salir. Recordó algo que siempre decía su mamá: "Si quieres algo, debes ser creativo". Entonces se dio cuenta de que podría usar una rama quebrada para impulsarse. Con esfuerzo y un poco de ingenio, logró salir del pozo.

Mientras tanto, Pipo había seguido un rastro de una mariposa colorida, pensando que lo llevaría a casa. Sin embargo, la mariposa voló muy alto y el perrito se dio cuenta que se había alejado mucho.

"¿Dónde estaré?" - pensó, comenzando a llorar.

Justo en ese momento, se acordó de las palabras de Ele sobre la amistad, y decidió intentar seguir su instinto. Ladrando con fuerza, se dejó guiar por el sonido de otros animales. Finalmente, se reencontró con Ele.

"¡Ele! ¡Estaba tan preocupado por vos!" - exclamó Pipo aliviado.

"¡Pipo! ¡Qué bueno que te encontré!" - respondió Ele con una gran sonrisa.

Finalmente, con la ayuda de la jirafa, Pandy se encontró en el arroyo donde Jiri nadaba felizmente. Juntos, comenzaron a buscar a sus amigos. Al poco rato, llegaron hasta donde estaban Ele y Pipo.

"¡Qué alegría verlos de nuevo!" - dijeron Jiri y Pandy a coro.

"Lo logramos, juntos somos más fuertes" - sonrió Ele, sintiendo un gran amor por sus amigos.

Y así, los cuatro amigos realizaron la última parte del camino de regreso, riendo y recordando lo que habían aprendido: el poder de la amistad y la importancia de no rendirse ante las adversidades.

Desde aquel día, siempre recordarían que juntos podían enfrentar cualquier reto. Compartiendo sus travesuras, siempre seguirían como una gran familia.

Y cuando el sol se ocultó detrás del arco iris, prometieron volver a visitar ese mágico lugar, pero esta vez con un mapa y, sobre todo, con el calor de su amistad en el corazón.

FIN.

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