La gran aventura de Germita y Remix



Era una noche oscura y tormentosa en la pequeña ciudad de Villa Patitas, donde vivía un gato llamado Remix. Remix era un gato juguetón y curioso, que adoraba tener nuevas aventuras. Una noche decidió invitar a su amiga, una loba llamada Germita, a pasar la noche en su casa. Germita era valiente y siempre estaba lista para algo emocionante.

Cuando Germita llegó, el viento aullaba y las nubes eran tan oscuras que parecían tapar las estrellas. A pesar de la tormenta, ambos estaban emocionados.

"¡Hola, Germita! ¡Qué bueno verte!", dijo Remix con su voz suave.

"¡Hola, Remix! Estoy lista para la pijamada. ¿Qué vamos a hacer? , respondió Germita moviendo su cola entusiasmada.

Remix propuso jugar a adivinar sombras en la pared con una linterna, y mientras los dos reían y jugaban, la tormenta fuera de casa crecía cada vez más fuerte.

De repente, un rayo iluminó toda la habitación y se escuchó un estruendo. El pequeño hámster de Remix, que se llamaba Hámsterito, salió disparado de su jaula, asustado por el trueno, y corrió hacia un rincón de la casa.

"¡Oh no! ¡Hámsterito!", gritó Remix, preocupándose.

"¡No te preocupes! ¡Vamos a encontrarlo!", dijo Germita, con su espíritu aventurero en acción.

Los dos comenzaron a buscar por toda la casa. Miraron debajo del sofá, detrás de la cortina y en cada rincón. Pero no había rastro del hámster.

"¿Dónde puede estar?", se preguntó Remix, preocupado.

"Quizás se escondió en un lugar oscuro. Vamos a mirar en el armario", sugirió Germita.

Cuando abrieron el armario, se encontraron con una pila de ropa. Mientras rebuscaban, Germita vio un pequeño movimiento detrás de una chaqueta.

"¡Allí! ¡Algo se mueve!", exclamó. Con cuidado, movieron la ropa y, efectivamente, allí estaba Hámsterito, temblando de miedo.

"¡Hámsterito! ¡Te encontramos!", chilló Remix, llenándose de alegría. Pero Hámsterito no quería salir de su escondite. Germita pensó en cómo podían hacerlo sentir seguro.

"Tal vez si hacemos un poco de ruido divertido, se animará a salir. ¿Qué te parece si cantamos una canción?", propuso.

"¡Buena idea!", respondió Remix.

Ambos empezaron a cantar con voces chistosas y a bailar un poco, tratando de hacer reír a su pequeño amigo. A poco, Hámsterito asomó su cabecita. Germita entonces tuvo otra idea.

"Voy a buscar un pedazo de apio que le gusta tanto. ¡Eso lo atraerá!", dijo, corriendo a la cocina. Mientras tanto, Remix siguió cantando.

Cuando Germita volvió, tenía un trozo de apio en la pata.

"¡Mira, Hámsterito! ¡Tu comida favorita!", le dijo con dulzura. Al oler el apio, Hámsterito sintió que era el momento de salir. Con un pequeño saltito, salió del armario y corrió hacia el apio.

"¡Lo lograste! ¡Está aquí! , gritó Remix lleno de felicidad.

"Estamos juntos de nuevo", dijo Germita, acariciando a Hámsterito con suavidad.

Aprovechando la emoción, Germita y Remix decidieron que, aunque la tormenta los asustaba, siempre podían contar el uno con el otro. La amistad les daba fuerza para enfrentar cualquier aventura.

Luego de un rato, el viento empezó a calmarse y la lluvia a disminuir. La tormenta pasó, dejando en el aire un fresco olor a tierra mojada.

"¡Qué gran noche! Me alegra que tuvimos esta aventura juntos", dijo Remix.

"Yo también. Aprendí que ser valiente no significa no tener miedo, sino tener amigos que te acompañen", reflexionó Germita.

Y así, los tres amigos, Germita, Remix y Hámsterito, pasaron el resto de la noche contando historias y disfrutando de la compañía del otro.

Desde entonces, siempre que una tormenta se aproximaba, sabían que juntos podrían enfrentar cualquier desafío, porque la verdadera amistad es el mejor refugio en las tormentas de la vida.

FIN.

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