La gran aventura de la Escuela Jesús en Villa Feliz


Había una vez una escuela llamada "Escuela Jesús" que se encontraba en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz. Los estudiantes de esta escuela eran muy felices, pero había algo que les faltaba: recursos para aprender y jugar.

Un día, el director de la escuela, Don Pedro, decidió que era hora de hacer algo para mejorar la situación.

Convocó a una reunión con los padres y profesores para discutir cómo podrían hacer que la Escuela Jesús estuviera más rica en recursos. En la reunión, todos compartieron ideas maravillosas. La mamá de Lucas sugirió organizar eventos benéficos para recaudar dinero. El papá de Sofía propuso buscar patrocinadores locales dispuestos a ayudar.

Y así, poco a poco, comenzaron a trabajar juntos para lograr su objetivo. El primer evento benéfico fue una feria escolar llena de juegos divertidos y deliciosos puestos de comida.

Todos los estudiantes invitaron a sus amigos y familiares, quienes acudieron en gran número al evento. Fue un éxito total y lograron recaudar mucho dinero. Con ese dinero, compraron libros nuevos para la biblioteca y juguetes educativos para el patio de recreo.

Los niños estaban emocionados al ver todas las nuevas adquisiciones y no podían esperar para empezar a disfrutarlas. Pero justo cuando todo parecía ir bien, apareció un villano llamado Señor Codicioso.

Era un hombre rico del pueblo vecino que quería quedarse con todo el dinero recaudado por los esfuerzos de la comunidad escolar. Señor Codicioso llegó a la escuela y exigió que le entregaran todo el dinero. Los niños y los adultos se pusieron muy tristes, pero no se dieron por vencidos.

Sabían que tenían que hacer algo para detener al villano. Fue entonces cuando apareció un niño llamado Juanito, quien tenía una idea brillante. Propuso organizar una competencia de talentos en la escuela para recaudar más dinero y así poder enfrentar a Señor Codicioso.

Todos los estudiantes comenzaron a ensayar sus habilidades especiales: cantar, bailar, contar chistes e incluso hacer magia. La competencia fue un éxito rotundo y lograron recaudar el doble del dinero perdido.

Con ese dinero extra, contrataron a un abogado para defender su causa contra Señor Codicioso. El abogado demostró ante el juez que el dinero pertenecía legítimamente a la Escuela Jesús y no al villano. Finalmente, Señor Codicioso fue derrotado y tuvo que devolver todo el dinero robado.

La comunidad escolar celebró con alegría su victoria sobre la codicia y decidió utilizar ese dinero extra para seguir mejorando la escuela. La Escuela Jesús ahora estaba llena de recursos educativos modernos y divertidos.

Los niños aprendían jugando y se sentían felices de ir a clases todos los días. Y así termina nuestra historia, mostrándonos cómo trabajar juntos en comunidad puede superar cualquier obstáculo.

La Escuela Jesús estaba más rica no solo en recursos materiales sino también en amor, amistad y solidaridad entre todos sus miembros.

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