La Gran Aventura de la Galleta y la Gomita


Había una vez en la cocina de la casa de Jaime y Laura, dos amigos muy peculiares: una galleta parlante llamada Jaime y una gomita con forma de osito llamada Laura. Ambos vivían aventuras juntos y se divertían mucho.

Un día, mientras jugaban en la cocina, escucharon un ruido proveniente del horno. Se acercaron sigilosamente y descubrieron que el olor delicioso venía de una bandeja llena de galletas recién horneadas. Jaime miró a Laura con preocupación.

- ¡Laura, tenemos que tener cuidado! Si nos comen, nunca más podremos jugar juntos -dijo Jaime con voz temblorosa. Laura, siempre optimista, le sonrió a su amigo y le dijo:- No te preocupes, Jaime.

Siempre encontramos la manera de salir adelante. Vamos a pensar en un plan para evitar ser devorados. Los dos amigos se pusieron a maquinar un plan ingenioso para escapar del peligro inminente. Decidieron esconderse debajo de la mesa hasta encontrar una solución.

Mientras tanto, las demás galletas comenzaron a desaparecer una por una. De repente, vieron entrar a los hermanitos traviesos de Jaime y Laura en la cocina. Estaban dispuestos a comerse todas las galletas sin dejar rastro alguno.

Los dos amigos se miraron con determinación y supieron qué tenían que hacer. - ¡Laura, es hora de actuar! Vamos a pedir ayuda al Tenedor Mágico -exclamó Jaime con determinación.

Sin dudarlo un segundo más, los dos amigos corrieron hacia el cajón donde guardaban al Tenedor Mágico: un utensilio especial capaz de conceder deseos si lo usabas correctamente.

Con cuidado lo sacaron y pidieron su deseo con mucha fuerza:- ¡Tenedor Mágico, por favor ayúdanos a escapar! En ese momento, el Tenedor Mágico comenzó a brillar intensamente y lanzó destellos dorados por toda la cocina. De repente, todo se detuvo: los hermanitos no podían moverse ni ver a Jaime ni Laura escondidos bajo la mesa.

Los dos amigos aprovecharon esa oportunidad para huir rápidamente por la ventana abierta hacia el jardín. Una vez afuera, respiraron aliviados sabiendo que habían logrado salvarse gracias al Tenedor Mágico.

Desde ese día en adelante, Jamie y Laura aprendieron que trabajar juntos y usar su ingenio podían superar cualquier obstáculo que se les presentara en el camino. Y así continuaron viviendo nuevas aventuras llenas de diversión e imaginación en aquel maravilloso mundo culinario donde todo era posible.

Dirección del Cuentito copiada!