La Gran Aventura de las Células Valientes
En el interior de un maravilloso bosque, lleno de árboles que brillaban como esmeraldas, vivían cinco personajes únicos y especiales: Reti, la célula reticular, Mono, el monocito, y la intrépida Celia, la célula gigante de cuerpo extraño. También estaban los simpáticos TLyB, un par de linfocitos que siempre estaban a la caza de nuevas aventuras.
Un día, mientras todos jugaban en el claro del bosque, Reti comenzó a sentir algo extraño.
"¿Ustedes sienten eso?" - preguntó Reti, retorciéndose un poco.
"Siento que algo se acerca, como si fueran peligros o malvados intrusos" - respondió Mono, con sus ojos grandes y curiosos.
"Yo no puedo sentirlo, pero estoy lista para cualquier cosa" - aseguró Celia, golpeando su pecho, sintiéndose muy fuerte.
- “No te preocupes, ¡juntos podemos enfrentar cualquier desafío! ” - dijo TLY, el linfocito más alto.
El grupo decidió investigar y se aventuró hacia donde sentían que el peligro estaba. Mientras avanzaban, se encontraron con varios bichos y partículas que nunca habían visto. Eran extraños, y parecían querer entrar a su hogar del bosque celular.
"¡Esos son intrusos!" - gritó Celia, mientras se acercaba a uno de ellos.
"Esperen, hay que tener cuidado" - intervino Mono, dando un paso atrás.
"Sí, no podemos dejarlos entrar así como así" - agregó TLy, observando atentamente.
De repente, uno de los bichos se lanzó hacia ellos.
"¡No, no, no! ¡Fuera de aquí!" - gritó Celia, levantando sus brazos con valentía.
Pero era muy rápido y encontró la forma de colarse entre ellos. Reti se dio cuenta de que si no hacían algo pronto, todo sería un caos.
"Esperen, tengo una idea. Si me hacen caso, podemos formar una gran muralla" - sugirió Reti.
"¿Una muralla? ¿Cómo?" - preguntó Mono, algo nervioso.
"Yo puedo extenderme y crear una red que lo atrape, pero necesito que todos actúen rápido" - dijo Reti.
"¡Sí, hagámoslo!" - respondió Celia con determinación. - “Yo puedo aplastarlo si se escapa.”
Así que Reti se puso en acción. Extendió sus brazos y se hizo una enorme red reticular que envolvió al intruso. Mono, con su agilidad, ayudó a asegurar los bordes de la red mientras TLy y el otro linfocito estaban listos para cualquier movimiento.
El intruso trató de escapar, pero ya era demasiado tarde.
"¡Lo atrapamos!" - exclamaron todos.
"Eso, pero aún no podemos relajarnos. Necesitamos encontrar la forma de sacarlo de aquí" - anotó Mono.
Celia, usando su gran poder, empujó al intruso hacia el borde del bosque.
"¡Vamos, salí! No tienes cabida aquí", dijo Celia con firmeza.
Finalmente, el intruso, derrotado, decidió irse. Reti, Mono, Celia y los linfocitos estaban triunfantes.
"¡Lo logramos! ¡Juntos somos fuertes!" - gritaron en celebración.
"¡Y lo más importante! ¡Ahora sabemos que siempre debemos proteger nuestro bosque!" - agregó TLy.
Así, los cinco amigos entendieron que cada uno, a su manera, tenía un papel clave para mantener su hogar seguro. Fueron a casa, riendo y disfrutando del triunfo.
"Nunca temeré a ningún intruso, mientras estemos juntos" - dijo Reti, feliz de tener amigos valientes.
En este bosque maravilloso, siempre habría nuevos desafíos, pero ellos siempre estarían listos para enfrentarlos, como verdaderos héroes. Y así fue como Reti, Mono, Celia, TLy y B siempre cuidaron el bosque, creando una gran familia.
Y colorín colorado, ¡este cuento ha terminado!
FIN.