La gran aventura de las vocales unidas
Había una vez, en la exuberante selva de Argentina, tres amigos muy especiales: A, E y U. Ellos eran las vocales más importantes del abecedario y siempre se apoyaban mutuamente.
Un día, mientras exploraban la selva, se encontraron con un astuto villano llamado I. I era una letra egoísta que solo pensaba en sí misma y no le importaba lastimar a los demás para conseguir lo que quería.
I decidió desafiar a A, E y U a cruzar varios retos para demostrar quién era el más fuerte de todos. Los amigos aceptaron el reto sin dudarlo porque sabían que juntos podrían superar cualquier obstáculo. El primer reto consistía en atravesar un río lleno de caimanes feroces.
A, E y U se tomaron de las manos formando una cadena humana y lograron pasar al otro lado sin ningún problema.
En el segundo reto, tenían que trepar por un árbol gigante para alcanzar unas suculentas frutas que estaban en la copa. A subió primero con su agilidad felina, luego E siguió utilizando sus ramificaciones como escalones y finalmente U llegó al último usando sus brazos fuertes.
El tercer reto les presentó una gran sorpresa: un laberinto lleno de trampas engañosas. Cada uno tomó un camino diferente pero rápidamente se dieron cuenta de que necesitaban trabajar juntos para encontrar la salida. Uniendo sus fuerzas e ideas brillantes lograron salir del laberinto sano y salvo.
Finalmente, llegaron al último desafío donde I esperaba con una sonrisa maliciosa en su rostro. El desafío consistía en resolver un acertijo complicado para poder cruzar a la otra orilla del río.
I pensaba que su inteligencia superior le daría la ventaja, pero no contaba con el ingenio y la colaboración de A, E y U. Después de mucho pensar y trabajar en equipo, los amigos lograron resolver el acertijo y cruzaron victoriosos al otro lado.
I estaba furioso por haber perdido y se retiró derrotado. A, E y U celebraron su triunfo juntos, pero también reflexionaron sobre lo ocurrido.
Se dieron cuenta de que solo pudieron superar los retos porque trabajaron en equipo y se apoyaron mutuamente en todo momento. La moraleja de esta historia es que cuando nos unimos y trabajamos juntos, podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente.
No importa cuán difícil sea el camino, si nos apoyamos unos a otros siempre encontraremos una solución. Desde aquel día, A, E y U continuaron explorando la selva juntos, enfrentando nuevos retos pero siempre recordando la valiosa lección aprendida: la importancia de la amistad y el trabajo en equipo.
Y así termina este cuento lleno de aventuras donde las vocales demostraron que no importa qué tan grande o astuto sea el villano, siempre podrán vencerlo cuando se mantienen unidos.
FIN.