La gran aventura de Sofía
Había una vez una niña llamada Sofía, quien era muy alegre y curiosa. Le encantaba jugar, explorar y aprender cosas nuevas todos los días.
Un día, mientras estaba jugando en su habitación, su mamá entró con una gran sonrisa en el rostro. "¡Sofía! ¡Tengo algo emocionante que contarte!"- dijo su mamá con entusiasmo.
Sofía miró a su mamá con curiosidad y preguntó: "¿Qué pasa, mamá? ¿Qué tienes para decirme?"-Su mamá se arrodilló frente a ella y le dijo: "¡Voy a tener un bebé y tú serás la hermana mayor!"-Sofía se quedó sorprendida y confundida. No entendía qué significaba ser hermana mayor ni cómo iba a cambiar su vida.
Se sintió abrumada por la noticia. Esa noche, antes de dormir, Sofía decidió hablar con su papá sobre lo que sentía.
Le contó cómo se había sentido abrumada por la noticia del bebé y cómo no sabía qué esperar o cómo iba a cambiar todo. Su papá la escuchó atentamente y luego le dio un gran abrazo reconfortante. Él le explicó que convertirse en hermana mayor era algo maravilloso porque significaba tener un nuevo compañero de juegos y alguien con quien compartir aventuras.
"Imagina todas las cosas divertidas que podrás hacer juntos",- dijo su papá animándola. Sofía comenzó a imaginar todas las aventuras que podría tener junto al bebé.
Se imaginaba enseñándole nuevos juegos, leyéndole cuentos antes de dormir y ayudándolo a aprender cosas nuevas. A medida que pasaban los días, Sofía comenzó a sentirse más emocionada por la llegada del bebé.
Junto con su mamá y papá, empezaron a preparar la habitación del bebé, eligiendo colores para pintar las paredes y buscando juguetes para él. Un día, mientras Sofía estaba jugando en el parque, conoció a una niña llamada Ana. Ana tenía un hermanito pequeño y le contó lo divertido que era ser hermana mayor.
Le dijo que podían jugar juntas, enseñarle cosas nuevas y protegerlo siempre. Sofía se dio cuenta de que no estaba sola en esta nueva aventura de ser hermana mayor.
Había otros niños que habían pasado por eso y estaban felices con sus nuevos roles. Finalmente, llegó el día en que el bebé nació. Sofía fue al hospital junto a su mamá y papá para conocerlo.
Tan pronto como vio al pequeño bebé durmiendo en los brazos de su mamá, sintió amor instantáneo por él. Desde ese momento, Sofía supo que ser hermana mayor era algo especial. Se convirtió en la mejor compañera de juegos del bebé y siempre estaba dispuesta a enseñarle cosas nuevas.
Con el tiempo, Sofía comprendió que aunque tener un nuevo integrante en la familia significaba cambios, también traía mucha alegría y amor. Aprendió a compartir su tiempo y atención entre todos los miembros de su familia.
Y así, Sofia descubrió cómo convertirse en hermana mayor fue una gran aventura llena de amor y diversión. Desde aquel día, ella y su hermanito se convirtieron en los mejores amigos y juntos vivieron muchas historias emocionantes.
FIN.