La Gran Aventura del Colegio Inundado



Era un día soleado en la ciudad de Villaverde, y los estudiantes de la escuela primaria Los Arbolitos estaban emocionados por el día de campo que habían planeado. Los días previos habían sido perfectos para jugar al aire libre, y todos estaban ansiosos por disfrutar de la naturaleza.

- ¡No puedo esperar para jugar en el parque! - dijo Valentina, con su mochila llena de bocadillos.

- Yo tengo una pelota nueva, vamos a jugar al fútbol - agregó Julián, moviendo su mochila de un lado a otro.

Sin embargo, mientras los niños se preparaban, al cielo le dio por nublarse. Las nubes oscuras comenzaron a acumularse, y en un abrir y cerrar de ojos, comenzó a caer una torrencial lluvia.

- ¡Oh no! - exclamó la maestra Clara, mirando por la ventana. - Vamos a tener que cancelar el día de campo. ¡Es un día muy peligroso para salir!

- Pero maestra, ¡estamos tan emocionados! - protestó Valentina.

- Hay que escuchar a la maestra, es por nuestra seguridad - dijo Julián, tratando de consolar a sus amigos.

Mientras afuera la lluvia arreciaba, los estudiantes comenzaron a sentir un extraño movimiento en el edificio.

- ¿Qué fue eso? - preguntó Lucas, asustado.

- ¡Parece que hay una inundación! - gritó la maestra Clara, mirando por la ventana y viendo cómo el agua comenzaba a entrar al patio.

Los niños se veían preocupados. La maestra Clara trató de mantener la calma.

- No se asusten, chicos. Vamos a movernos a la biblioteca, donde estamos más seguros. - dijo tratando de sonar convincente.

Cuando llegaron a la biblioteca, el agua ya había comenzado a inundar algunas áreas de la escuela.

- ¡Esto es una locura! - dijo Valentina. - ¿Y si no podemos salir?

- No te preocupes, Valentina. Vamos a trabajar juntos - comentó Julián, tratando de hacer que sus amigas se tranquilizaran.

Los niños comenzaron a pensar en cómo podrían ayudar. Fue entonces cuando Lucas tuvo una brillante idea.

- ¿Y si ayudamos a las cosas de la escuela? Podemos salvar los libros y los materiales que están más cerca del agua.

- ¡Buena idea! - contestó Julián. - Vamos a hacerlo juntos.

Los chicos comenzaron a hacer una cadena humana. Uno de ellos pasaba los libros, mientras el otro los recogía y los llevaban a un lugar seguro en la biblioteca. La maestra Clara los miraba emocionada, viendo cómo los niños trabajaban en equipo.

Mientras tanto, Valentina decidió que no solo bastaba con salvar los libros. Ella quería ayudar a los más chicos de la escuela.

- ¡Vamos a hacer un juego! - propuso Valentina. - Podemos crear una obra de teatro en la biblioteca, así ellos no estarán asustados.

- ¡Genial! - exclamó Lucas. -Yo puedo ser el narrador.

- Y yo puedo ser el dragón - agregó Julián, riendo.

Los niños comenzaron a preparar su obra de teatro, haciendo reír a los más pequeños y ayudándolos a olvidarse del miedo. Cuando la lluvia finalmente se detuvo, el agua comenzó a bajar. La maestra Clara se acercó a los chicos.

- Esto fue realmente increíble. No solo salvaron los libros, sino que también ayudaron a los demás a sentirse mejor. Ustedes son unos héroes - dijo, con orgullo.

La escuela pudo recuperarse tras la inundación gracias al trabajo en equipo de los niños, que aprendieron la importancia de ser solidarios y ayudar a los demás en momentos difíciles.

- Nunca imaginé que íbamos a tener una aventura así en la escuela - comentó Valentina, sonriendo.

- Me gustó ayudar. - dijo Julián, apuntando hacia el sol que comenzaba a brillar de nuevo. - Quizás en lugar de un día de campo, lo que realmente necesitábamos era este desafío.

Desde aquel día, los estudiantes de Los Arbolitos no solo recordaron la gran inundación, sino también cómo juntos pudieron superar un obstáculo, aprender y crecer como amigos. Y, sobre todo, comprendieron que en las dificultades siempre hay una oportunidad para ayudar y crear momentos inolvidables.

FIN.

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