La Gran Aventura del Detective Nico y el Robo del Banco



Era una mañana soleada en la ciudad de Buenos Aires. Los niños del barrio estaban emocionados porque habían decidido ayudar al detective Nico a resolver un misterio. Unos días antes, se había reportado un robo en el banco del barrio: ¡habían desaparecido algunas alcancías llenas de monedas que los niños habían juntado para comprar juguetes nuevos!"¿Quién podría hacer algo así?" - preguntó Lila, una niña con grandes ojos curiosos y un sombrero de exploradora.

"No lo sé, pero tenemos que investigar. ¡Tal vez hasta podamos atrapar al ladrón!" - respondió Nico, el joven detective, que siempre tenía una lupa en el bolsillo.

Junto a sus amigos, Lila, Tomás y Sofía, comenzaron a hacer preguntas a los vecinos. Nadie parecía haber visto nada extraño, pero un misterioso gato negro apareció repetidamente en sus investigaciones.

"¿Vieron a ese gato? Cada vez que le pregunto a alguien algo, él me mira fijamente" - comentó Tomás mientras señalaba al felino.

"Tal vez él sepa algo sobre el robo" - dijo Sofía, que siempre creía en las aventuras más locas.

Siguieron al gato por varias calles hasta que finalmente se escabulló en un callejón. Al entrar, encontraron un pequeño grupo de niños que estaban mirando historias en sus teléfonos.

"¿Conocen a este gato?" - preguntó Nico, emocionado.

"Sí, lo llamamos 'Sombra'. A veces juega con nosotros" - respondió uno de los niños. "Pero no sabemos nada sobre un robo".

"Nosotros estamos buscando las alcancías del banco, ¿vieron algo raro?" - insistió Lila.

Entonces, uno de los niños, que parecía más audaz, dijo: "Una vez vi a un hombre vestido de negro cerca del banco, parecía estar muy preocupado".

Los niños se miraron, intrigados. "¡Eso suena sospechoso! ¿Y qué más?" - preguntó Nico.

- “No lo sé, pero estaba hablando con alguien sobre un... robot o algo así” - contestó el niño.

El grupo decidió seguir esa pista. Al volver al banco, el gerente se les acercó.

"¿Siguen buscando las alcancías?" - preguntó el gerente con una sonrisa. "Hay muchas monedas en el banco, pero lo importante es que hay un niño que se lo tomó muy en serio y está intentando armar un robot con las alcancías que le fueron prestadas".

Los ojos de todos se iluminaron. "¡Entonces Sombra podría haber visto a ese niño con el robot!" - exclamó Sofía.

Siguieron a Sombra nuevamente, esta vez en dirección a un parque donde los niños jugando entre risas. Allí, los pequeños detectives vieron al niño del que hablaban, rodeado de cartones y juguetes desarmados.

"¿Eres tú el que robó las alcancías?" - preguntó Nico con firmeza.

"No, solo quería hacer un robot. Con las monedas quería comprar piezas para que pudiera moverse. No sabía que era de ustedes, lo siento" - se disculpó el niño, un poco asustado.

"Así que no es un ladrón, solo un niño soñador" - dijo Lila sonriente. "Podemos ayudarte a hacer tu robot".

Decidieron unir fuerzas en lugar de acusar. Los niños empezaron a colaborar para construir el robot juntos, cada uno aportando sus monedas y materiales. El tiempo pasó volando y los niños se divirtieron más de lo que imaginaban.

"¡Miren! ¡Ya tiene brazos!" - exclamó Tomás emocionado.

"¡Y puede moverse!" - gritó Sofía cuando el robot comenzó a dar pequeños pasos gracias a un motor que habían encontrado en la basura.

Finalmente, el grupo decidió que el nuevo robot también sería una alcancía. Cuando terminaron, el niño que había confiado en ellos, con una gran sonrisa, les dijo: "Gracias, nunca pensé que esto podría ser tan divertido. ¡Vamos a compartir nuestras monedas juntos!".

Los vecinos que miraban desde lejos aplaudieron el esfuerzo conjunto de los niños. El ladrón resultó ser un niño con un sueño, y el equipo de detectives descubrió que la verdadera aventura había sido hacer nuevos amigos.

"Al final, era mejor construir juntos que robar" - reflexionó Nico.

Desde entonces, el parque se convirtió en un lugar donde todos los niños podían jugar y construir juguetes, uniendo fuerzas y compartiendo sus sueños. Y Sombra el gato continuó siendo parte de ese mágico lugar, mirando, jugando y acompañando a los pequeños detectives en sus futuras aventuras.

FIN.

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