La Gran Aventura en el Bosque El Yunque
En un hermoso día soleado en el Bosque El Yunque, los animales estaban disfrutando de una jornada llena de diversión. El Pulpo Mikaelys, un pulpo que corría más rápido que cualquiera, decidió organizar una carrera para todos sus amigos.
"¡Chicos, vamos a tener una carrera!" - gritó Mikaelys emocionado. "La ganadora se llevará una medalla de flores."
Todos los animales estaban muy entusiasmados, especialmente su hermana, rana Mikaela, que siempre estaba lista para saltar.
"¡Yo soy la mejor saltadora!" - dijo Mikaela saltando de alegría. "No me voy a quedar atrás!"
Mientras tanto, por allí estaba la foca Josefo, que, aunque no le gustaba mucho bañarse y tenía un color marrón un poco extraño, disfrutaba del olor de las flores.
"¡No sé si quiero participar!" - dijo Josefo un poco tímido. "No quiero que se rían de mi color."
Dafne, la tortuga que jugaba voleibol con su caparazón verde, le dio una palmadita en la espalda.
"¡Vamos, Josefo! Esa no es razón para no divertirse. Lo importante es participar y pasarla bien!" - dijo Dafne. "Y con tu gran sonrisa, todos se olvidarán de lo demás!"
Patricia, la jirafa que siempre comía muchas zanahorias y era de color naranja, se acercó y dijo:
"Y yo creo que Josefo tiene un color único. Así que, ¡vení a participar! Podemos hacer equipo juntos si querés."
Josefo sonrió y decidió animarse.
"Está bien, me sumaré a la carrera!" - gritó con una voz llena de emoción.
La carrera empezó y todos los animales estaban listos. Mikaela saltaba entre sus compañeros mientras Mikaelys corría como el viento. Sin embargo, a mitad de la carrera, se escuchó un grito.
"¡Ayuda!" - era una pequeña mariposa atrapada entre unas ramas.
Todos se detuvieron. Mikaelys miró a su hermana y luego a sus amigos.
"¡No podemos dejar a la mariposa sola!" - dijo.
Rápidamente, los animales se unieron. Mikaela usó su salto para llegar más alto y ayudar a la mariposa a salir de las ramas. Josefo usó su fuerza para mover una rama grande, mientras que Dafne, con sus patas, despejaba el camino. Patricia, con su largo cuello, estaba atenta a cualquier peligro desde arriba.
"¡Gracias, amigos!" - dijo la mariposa, una vez liberada. "Eran como un verdadero equipo!"
Los amigos sonrieron satisfechos.
"No ganamos la carrera, pero hicimos algo mucho más importante" - dijo Mikaelys.
"¡Así es! No se trata de quien llega primero, sino de cuidar y ayudar a nuestros amigos," - agregó Mikaela.
Decidieron que, aunque la carrera era divertida, siempre era bueno tener un propósito mayor: la amistad y la colaboración.
Al final del día, el grupo de animales se sentó juntos al atardecer, cansados pero felices.
"Deberíamos hacer esto más a menudo" - sugirió Dafne, mientras todos asentían con la cabeza.
Desde ese día, los amigos no solo corrían en el bosque, sino que también se aseguraban de ser un equipo que siempre ayudaba a los demás, aprendiendo que lo mejor de la vida son las nuevas aventuras y la amistad.
FIN.