La Gran Aventura en La Rocca del Tío Rafa



Era un hermoso día de viernes y Mamá Gisella, su hija Nina y el novio de Gisella, Gustavo, se preparaban para pasar un fin de semana en las Cabañas la Rocca del tío Rafa en Cosquín.

Pero lo que ellos no sabían es que ese fin de semana estaría lleno de aventuras. Al llegar a las cabañas, se encontraron con la familia de Sebastian y Julia: los novios Josefina y Delfina, y la pequeña Vitto.

Todos estaban emocionados por pasar tiempo juntos y disfrutar del aire libre. "¡Qué lindo lugar! ¿Por qué no salimos a explorar?" -dijo Delfina entusiasmada. "¡Sí! Vamos todos juntos" -añadió Josefina mientras agarraba una mochila con provisiones para el camino.

Así comenzó la aventura. Caminaron por senderos rodeados de árboles frondosos, ríos cristalinos y montañas majestuosas. Descubrieron plantas exóticas, animales salvajes e incluso una cascada impresionante donde pudieron refrescarse del calor sofocante.

Pero cuando estaban regresando a las cabañas, ocurrió algo inesperado: se perdieron en el bosque. La noche comenzaba a caer y no sabían cómo volver al lugar donde habían dejado sus cosas. "No te preocupes Nina" -dijo Gustavo tratando de calmarla-. "Vamos a encontrar el camino".

"¿Y si nos quedamos aquí toda la noche?" -preguntó Vitto asustada"Tengo miedo". "No hay nada que temer, pequeña. Vamos a hacer una fogata y esperar hasta que amanezca" -dijo Sebastian con voz firme.

Así fue como encendieron una fogata y se sentaron alrededor para compartir historias, cantar canciones y jugar juegos divertidos. La noche pasó volando mientras todos se mantenían unidos, cuidándose mutuamente.

A la mañana siguiente, lograron encontrar el camino de regreso gracias a la astucia de Julia, quien recordaba haber visto un árbol particular en su caminata del día anterior. "¡Lo logramos! ¡Estamos de vuelta!" -gritó Delfina llena de alegría mientras abrazaba a su hermana Josefina.

"Gracias por estar ahí para mí" -dijo Nina sonriendo hacia Gustavo"No podría haberlo hecho sin ti". Ese fin de semana en las cabañas les dejó una gran enseñanza: la importancia de mantenerse unidos ante las adversidades y nunca perder la esperanza.

Además, aprendieron que siempre hay algo nuevo por descubrir si uno está dispuesto a aventurarse fuera de su zona de confort. Así concluyó esta historia llena de emoción, risas y aprendizajes que los acompañaría por siempre en sus corazones.

FIN.

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