La Gran Aventura Espacial de Lucas y Sofía



Era un día soleado en la escuela, y Lucas y Sofía estaban en el recreo, jugando en el patio. Mientras jugaban a ser astronautas, Lucas miró al cielo y exclamó:

"¡Sofía, una nave espacial! ¡Vamos a conquistar el espacio!"

Sofía sonrió con entusiasmo:

"¡Sí! ¡Podemos visitar planetas y conocer extraterrestres!"

De repente, una luz brillante apareció en el cielo, y una pequeña nave espacial aterrizó cerca de ellos.

"¡Guau! ¡Mirá eso!" dijo Lucas con asombro.

La compuerta de la nave se abrió, y de ella salió un simpático extraterrestre de colores brillantes.

"Hola, amigos. Soy Zorp, el aventurero del espacio. ¿Quieren acompañarme en una misión?"

Lucas y Sofía se miraron, llenos de emoción:

"¡Sí, queremos!" respondieron al unísono.

Zorp les explicó:

"Necesitamos recoger muestras de diferentes planetas para salvar mi hogar. ¡El tiempo corre!"

Los tres se subieron a la nave espacial, y Zorp puso en marcha los controles. La nave despegó hacia un viaje emocionante.

El primer planeta que visitaron era Marte. Tenía un cielo rojo y montañas enormes. Al aterrizar, Lucas dijo:

"¡Mirá esas rocas! Podemos recoger algunas. Pero, Zorp, ¿cómo sabemos cuáles tomar?"

Zorp sonrió:

"¡Muy buena pregunta! Tenemos que ser observadores. Las rocas con polvo brillante son muy especiales."

Sofía, que era muy observadora, encontró muchas rocas brillantes, y juntos llenaron su mochila.

Luego, volaron hacia Júpiter, donde había tormentas de colores vivos.

"¡Esto es increíble!" gritó Sofía.

Zorp explicó:

"Júpiter es famoso por sus grandes tormentas. Y a veces, se pueden recoger gotas de lluvia de colores. ¡Vamos a intentarlo!"

Los niños se asomaron por la ventana de la nave y atraparon algunas gotas en un frasco.

Después de varias aventuras (visitaron Saturno con sus hermosos anillos y Urano con sus magníficos vientos), decidieron que era momento de regresar a casa.

"¡Gracias por mostrarnos el espacio, Zorp!" dijo Lucas, lleno de alegría.

Zorp respondió:

"Ustedes tienen un gran espíritu aventurero. ¡Nunca dejen de explorar!"

Cuando la nave aterrizó de nuevo en el patio de la escuela, Lucas y Sofía se despidieron de Zorp con un fuerte abrazo.

"¡Hasta pronto, Zorp! ¡Volveremos!"

Contentos y llenos de experiencias, prometieron seguir explorando, incluso en el patio de su escuela.

Desde ese día, cada vez que miraban al cielo, recordaban que el espacio siempre estaba allí, esperándolos para vivir nuevas aventuras.

FIN.

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