La gran aventura estelar de Fabrizio
Fabrizio era un niño curioso y soñador, siempre mirando las estrellas con admiración desde su pequeño pueblo en Argentina.
Un día, mientras observaba el cielo nocturno, una estrella fugaz brilló intensamente y, para su sorpresa, aterrizó en el patio trasero de su casa.
Emocionado, corrió hacia donde cayó la estrella y descubrió que no era una estrella, ¡sino un diminuto ser estelar llamado Luminoso! Luminoso le explicó que era un habitante de la galaxia y necesitaba ayuda para recuperar su luz, que se había dispersado por todo el universo. Sin dudarlo, Fabrizio se ofreció a ayudarlo. Juntos, emprendieron un viaje a través del cosmos, visitando planetas, conociendo seres de otros mundos y recolectando fragmentos de luz.
En su travesía, enfrentaron desafíos como asteroides peligrosos y agujeros negros, pero también experimentaron la belleza de nebulosas y la amabilidad de criaturas extraterrestres. Con ingenio y valentía, Fabrizio y Luminoso reunieron cada fragmento de luz dispersa.
Finalmente, regresaron a la Tierra, donde Luminoso pudo recomponer su esplendorosa luz. Agradecido, Luminoso le regaló a Fabrizio un pequeño telescopio mágico que le permitiría seguir explorando el universo desde su hogar.
Desde entonces, Fabrizio seguía observando las estrellas, recordando la emocionante aventura que había vivido y con la certeza de que, aunque pequeño, siempre sería un verdadero explorador del cosmos.
FIN.