La Gran Aventura Geométrica
Era un bello día en el País de las Figuras. El sol brillaba en lo alto del cielo, y los personajes geométricos se preparaban para una gran aventura. En el centro del pueblo, el Círculo salía de su casa con una sonrisa.
"¡Hola, amigos! Hoy es el día perfecto para explorar el Bosque de las Líneas" - dijo el Círculo emocionado.
El Cuadrado, que era muy organizado, se acercó rápidamente.
"Círculo, no olvides que debemos hacer un plan. No podemos perder el rumbo en la aventura" - advirtió el Cuadrado con seriedad.
"Relax, Cuadrado, ¡demos un paseo y descubramos cosas juntos!" - sugirió el Triángulo, que siempre estuvo listo para la acción.
Por su parte, el Rectángulo, que siempre tenía un enfoque práctico, pidió:
"¿Qué tal si llevamos algo de comida por si nos da hambre en el camino?".
Todos asintieron, así que el Cuadrado se encargó de preparar una mochila con galletitas de formas variadas.
Al poco tiempo, los cuatro amigos partieron hacia el Bosque de las Líneas. Una vez allí, todo parecía tranquilo y hermoso. Pero, de repente, se escuchó un ruido extraño.
"¡¿Qué fue eso? !" - gritó el Rectángulo, mirando a su alrededor.
"Suena como si alguien estuviera llorando" - dijo el Círculo, preocupado.
Siguiendo el sonido, llegaron a un claro donde encontraron a una pequeña Línea, que estaba triste y sollozando.
"¿Qué te pasa?" - preguntó el Triángulo con dulzura.
"Me llamo Línea y he perdido a mis amigos, no sé cómo encontrarlos" - respondió la pequeña Línea, limpiándose las lágrimas.
"¡No te preocupes! Vamos a ayudarte a buscarlos" - ofreció el Círculo entusiasta.
Así que los cuatro amigos se unieron a Línea y se adentraron más en el bosque. Pero el recorrido no fue fácil; se encontraron con un río ancho y caudaloso.
"¿Cómo cruzamos?" - preguntó el Cuadrado, mirando el agua.
"¡Podemos construir un puente!" - dijo el Rectángulo.
Entonces, el Cuadrado y el Rectángulo juntaron fuerzas y formaron un sólido puente sobre el río. La Línea pudo cruzar sin problemas, agradeciendo a sus nuevos amigos.
Sin embargo, cuando pensaron que todo iba a ser fácil, comenzaron a escuchar ruidos de ramas tronándose. Era el malvado Triángulo Invertido, conocido por armar caos en el bosque.
"¿Qué hacen ustedes aquí? ¡Esto es mi bosque!" - bramó el Triángulo Invertido, cruzando sus extremos amenazadoramente.
"Solo estamos ayudando a Línea a encontrar a sus amigos" - respondió el Círculo con valentía.
"¡No lo permitiré! Ven aquí, Línea" - gritó el Triángulo Invertido, intentando asustar a la pequeña Línea.
Pero el Cuadrado se interpuso en su camino.
"¡No te dejaré hacerle daño!" - dijo el Cuadrado con firmeza.
"Sí, ¡juntos somos más fuertes!" - agregó el Triángulo, formando un gran pico hacia el Triángulo Invertido.
El malvado Triángulo no se esperaba tal valor y, confundido, retrocedió, desapareciendo entre los árboles.
"¡Lo logramos!" - exclamó la Línea, llena de felicidad.
Los amigos continuaron su búsqueda y, al poco tiempo, encontraron a los amigos de Línea que estaban asustados, atrapados entre unas lianas.
"¡Gracias por encontrarnos!" - gritaron los amigos de Línea emocionados.
Finalmente, Línea se reunió con sus amigos, agradeciéndoles profundamente por su valentía.
"¡No estarías sola si no fuera por nuestro trabajo en equipo!" - dijo el Rectángulo.
Y así, Círculo, Cuadrado, Triángulo, Rectángulo y Línea aprendieron la importancia de la amistad, la colaboración y el valor en el viaje. Volvieron al pueblo como verdaderos héroes, sabiendo que juntos podían superar cualquier obstáculo.
Desde ese día, el País de las Figuras nunca fue el mismo. Todos entendieron que, aunque cada figura era diferente, unidas podían enfrentar cualquier desafío y ayudar a los demás de manera increíble. Con corazones llenos de alegría y camaradería, los amigos siguieron explorando, dispuestos a vivir más aventuras.
FIN.