La gran aventura salvadora

Había una vez en el hermoso bosque de la Sierra de los Comechingones, dos inseparables amigas: Abejita, la abeja trabajadora, y Coripata, la ágil ardilla.

Un día, mientras Abejita recolectaba néctar, escuchó un fuerte grito de auxilio proveniente del otro lado del bosque. Sin dudarlo, emprendió vuelo hacia el origen del llamado. "¡Coripata, escuché un grito de auxilio! Debemos ir a ayudar! - exclamó Abejita preocupada. "Por supuesto Abejita, vamos juntas a investigar qué está sucediendo", respondió Coripata con determinación.

Al llegar, encontraron a Salvita, la pequeña salamandra, atrapada en una red dejada por cazadores furtivos. Con astucia y trabajo en equipo, Abejita y Coripata lograron liberar a Salvita y llevarla a un lugar seguro.

Agradecida, Salvita les contó que los furtivos estaban en busca de algún tesoro mágico dentro del bosque. Abejita y Coripata decidieron unir fuerzas con los demás animales del bosque para proteger su hogar de los cazadores.

Con ingenio, valentía y amistad, lograron desbaratar los planes de los cazadores y preservar la armonía del bosque. Desde ese día, Abejita, Coripata y Salvita se convirtieron en inseparables amigas y guardianas del bosque, enseñando a los demás la importancia de ayudarse mutuamente y proteger el medio ambiente.