La Gran Carrera
Santi era un niño que amaba las emociones fuertes. Desde que recibió su primera moto de juguete, supo que su pasión era correr a toda velocidad. Su perrita Zuma siempre estaba a su lado, ladrando y moviendo la cola emocionada cada vez que Santi se subía a su moto. Un día, Santi y Zuma descubrieron que en la Ciudad de los Videojuegos se realizaría la Gran Carrera, y los competidores eran nada menos que Super Mario y Sonic. Santi sabía que sería una carrera difícil, pero junto a Zuma, estaba listo para el desafío.
La mañana de la carrera, Santi y Zuma se encontraron con Super Mario y Sonic en la línea de partida. -¡Buena suerte, chicos! -dijo Super Mario con una gran sonrisa. -¡Vamos a mostrarles de qué estamos hechos! -agregó Sonic con confianza. Santi y Zuma estaban un poco nerviosos, pero no perdieron su determinación.
La carrera comenzó, y Santi y Zuma salieron disparados como un rayo. Pasaron por bosques encantados, desiertos ardientes y montañas nevadas. Super Mario y Sonic estaban muy cerca, pero Santi y Zuma no se rindieron. En cada obstáculo, Zuma saltaba para ayudar a Santi a superarlo. Juntos formaban un equipo imparable.
Al acercarse a la línea de meta, Super Mario y Sonic intentaron superar a Santi, pero en ese momento, Zuma corrió al frente y con un ladrido lleno de energía detuvo a los competidores. Santi aprovechó la oportunidad y cruzó la línea de meta en primer lugar. La multitud estalló en aplausos, y Super Mario y Sonic felicitaron a Santi por su increíble desempeño.
Después de la carrera, Santi y Zuma compartieron su alegría. -¡Lo logramos, Zuma! -exclamó Santi con una gran sonrisa. -¡Claro que sí, Santi! Siempre seremos un gran equipo -respondió Zuma con cariño.
La Gran Carrera enseñó a Santi que con determinación, valentía y la ayuda de un buen amigo, no hay obstáculo que no pueda vencer. Desde entonces, Santi y Zuma continuaron compitiendo en carreras, siempre recordando la increíble aventura que vivieron en la Ciudad de los Videojuegos.
FIN.