La Gran Carrera de Antioquia
Era un soleado día en Antioquia y los habitantes estaban emocionados por la Gran Carrera Anual que se realizaría en la plaza del pueblo. Todos los niños de la comunidad estaban ansiosos por participar y demostrar su rapidez. Cuatro amigos, Sofi, Tobi, Mili y Juli, se preparaban para la carrera. Sofi era muy rápida, Tobi tenía una gran técnica, Mili siempre animaba con sus porras y Juli era el estratega del grupo.
"¿Están listos para ganar?" - dijo Sofi, mientras ajustaba sus zapatillas.
"Lista para animar hasta el final" - respondió Mili, haciendo saltitos de emoción.
"Recuerden que no solo se trata de ganar, sino también de disfrutar la carrera y apoyarnos" - agregó Tobi, sin dejar de entrenar sus pasos.
"Sí! El verdadero valor está en correr juntos y animarnos" - dijo Juli, escribiendo en su cuaderno de estrategias.
El día de la carrera llegó y todos estaban listos. El alcalde de Antioquia se acercó al micrófono.
"¡Bienvenidos a la Gran Carrera! Recuerden, más que competir, lo importante es el respeto y la solidaridad entre ustedes".
La multitud aplaudió, pero Sofi estaba un poco nerviosa. Entonces, Tobi la animó:
"Vamos Sofi, tú puedes. Recuerda que estamos juntos en esto".
La carrera inició y Sofi salió disparada, mientras Tobi mantenía su ritmo y Mili animaba desde la banda. Pero, en una curva, Sofi tropezó y cayó al suelo.
"¡Ay, no!" - exclamó, dándose cuenta de que se había lastimado.
La multitud se quedó en silencio. Mili y Juli miraron a Tobi.
"¡Vamos, tenemos que ayudarla!" - dijo Mili, corriendo hacia Sofi.
"No podemos dejar que se quede sola" - añadió Juli, mientras se unía a Mili.
Tobi se quedó pensando y decidió hacer lo correcto. En vez de seguir corriendo, se volvió.
"¡Sofi, estamos aquí!" - gritó mientras corría hacia ella.
Los cuatro amigos se reunieron y Tobi le dijo:
"No te preocupes, Sofi. Vamos a quedarnos juntos. Así somos más fuertes".
Mili se agachó y le dijo:
"Yo te ayudo a levantarte, ¡tú puedes!".
Sofi, aunque triste, sonrió gracias al apoyo de sus amigos.
"Gracias, chicos. No sé si podré seguir".
"No importa, Sofi. Lo importante es que estemos juntos en esto" - respondió Juli.
Decidieron que Sofi se uniría a ellos en lugar de seguir corriendo de manera competitiva. Mili comenzó a cantar una porra están animando a todos los corredores mientras Juli planeó cómo hacer que Sofi se sintiera mejor.
El grupo decidió recorrer la meta juntos, caminando con alegría entre risas y chismes. Al cruzar la línea de llegada, los amigos levantaron las manos.
El alcalde sonrió mientras veía cómo todos aplaudían y animaban a sus amigos. Luego, les entregó un diploma especial por ser amigos y mostrar el verdadero espíritu del deporte.
"¡Ustedes nos han enseñado hoy que lo más importante es apoyarnos y respetarnos!" - dijo el alcalde emocionado.
Sofi se sintió feliz, incluso si no había ganado la carrera.
"Hoy ganamos algo más grande, la amistad y el respeto" - les dijo sonriente.
Los amigos se dieron cuenta de que los valores del respeto y la solidaridad son los que realmente cuentan. Desde ese día, prometieron siempre apoyarse el uno al otro, no solo en el deporte, sino en todo lo que hicieran en la vida. La Gran Carrera de Antioquia se convirtió en un símbolo del verdadero sentido de la comunidad, y todos aprendieron que a veces, el mejor premio es tener a tus amigos a tu lado.
FIN.