La Gran Carrera de Frutas
En un colorido huerto, donde el sol brillaba y las mariposas danzaban, vivía un grupo de frutas muy particulares: una manzana roja llamada Manchita, una pera amarilla llamada Pera, un plátano alegre llamado Platy y una naranja curiosa llamada Naranji.
Un día, mientras conversaban, Naranji tuvo una idea brillante. "¡Hagamos una carrera!"- exclamó entusiasmada. Todos los demás se miraron con sorpresa. "¿Una carrera? ¡Eso suena divertido!"- dijo Manchita.
"¿Y cómo la vamos a hacer?"- preguntó Pera, un poco insegura.
Platy, siempre lleno de energía, propuso: "Podemos correr por todo el huerto y llegar hasta el arroyo en el extremo del jardín. ¡El primero que llegue gana!"-
Entonces, empezaron a prepararse. Cada fruta tuvo su estrategia. Manchita, siempre tan brillante y elegante, decidió mostrar su estilo mientras corría. Pera, un poco más tímida, pensó en lo rápido que podía moverse, mientras que Platy se decidió a dar saltos cómicos para hacer reír a todos. Naranji, con su curiosidad, quería explorar los caminos mientras corría.
Cuando llegó el gran día, el huerto estaba lleno de emoción. Las flores se mecián y todos los insectos del jardín estaban listos para ver la carrera. "¡En sus marcas, listos, ¡fuera!"- gritó una mariposa que hizo de jueza, y las frutas comenzaron a correr.
Al principio, Manchita iba a la cabeza, luciendo hermosamente roja bajo el sol. Pero de repente, encontró un charco de barro. "¡Ay no!"- gritó mientras se deslizaba y caía en medio del barro. "¡No se preocupen! No me rendiré"- dijo, levantándose con una sonrisa.
Pera, tomando ventaja, decidió correr más rápido, pero también se encontró con una colmena de abejas. "¡Oh no!"- exclamó. "No puedo seguir por ahí."- Con mucho cuidado, dio la vuelta y tomó el camino seguro alrededor.
Mientras tanto, Platy estaba saltando y riendo, disfrutando del momento, pero se distrajo con una hermosa mariposa. "¡Mirá que linda!"- gritó y al girar para seguirla, se fue por un camino equivocada. "Oh, disculpen, creí que era una pista rápida"- admitió, riendo de sí mismo.
Naranji, con su actitud curiosa, decidió explorar un atajo. "Voy a intentar este camino entre los arbustos"- pensó, pero pronto se dio cuenta de que se había perdido. "Esto no parece correcto..."- murmuró, antes de encontrar una salida, pero no antes de haber perdido tiempo.
Finalmente, todos comenzaron a llegar al arroyo. Manchita estaba cubierta de barro y un poco retrasada, Pera estaba saliendo de su camino alrededor de las abejas, Platy todavía estaba tratando de recuperar el tiempo perdido y Naranji finalmente emergió de entre los arbustos.
En un giro sorprendente, mientras corrían, de repente notaron una gran especie de cueva de fruta al costado del camino. "¡Miren eso!"- gritó Naranji. "Eso es un ajedrez de frutas, ¡deberíamos entrar!"- Manchita miró a los demás. "¿Nos arriesgaremos?"-
"¿Por qué no!"- dijo Platy, cada uno aceptó la idea. Juntos, corrieron hacia el interior de la cueva, donde encontraron un mundo mágico lleno de frutas que nunca habían visto: piñas, kiwi, uvas y más.
"¡Guau! Esto es mucho mejor que competir"- comentó Pera, disfrutando de la frescura. "Esto es lo que significa tener aventura, ¡no solo ganar!"-
Mientras exploraban, se dieron cuenta de que la verdadera celebración estaba en la amistad y las risas que compartieron durante el recorrido. Cuando finalmente salieron de la cueva, Naranji les dijo: "Creo que ganó nuestra amistad tanto como la carrera."
Manchita, Platy y Pera asintieron y juntos regresaron al huerto, compartiendo historias y disfrutando el momento. Al final del día, aprendieron que, aunque la competición puede ser divertida, las aventuras compartidas y la amistad son lo que realmente importa. Y así, en el huerto, todos se volvieron inseparables amigos, listos para nuevas aventuras siempre juntos.
FIN.