La Gran Carrera de las Vocales
Era un soleado día en el País de las Vocales, donde A, E, I, O y U vivían en armonía. Aunque eran muy unidas, cada una tenía su propia personalidad. A era la más aventurera, E siempre estaba pensando en ideas creativas, I era la más curiosa, O se destacaba por ser la más optimista, y U era la que siempre unía a todos.
Un día, mientras disfrutaban del sol, A propuso:
"¡Hagamos una gran carrera!"
"Una carrera, ¿dónde?", preguntó I emocionada.
"¿Qué tal hasta el Bosque de las Palabras?" sugirió E.
Las demás vocales se miraron con entusiasmo. Al instante, comenzaron a prepararse. U estaba encargada de hacer las banderas y O animaba a todas.
"¡Vamos, amigas, que esta carrera va a ser muy divertida!" exclamó O con su gran sonrisa.
Una vez listas, las vocales se alinearon en la salida. I, curiosa como siempre, preguntó:
"¿Y qué pasa si alguien no llega primero?"
"¡No importa! Lo importante es participar!" dijo E con su espíritu creativo.
"¿Listas? ¡A la cuenta de tres!" gritó A.
"¡Uno... dos... tres!"
Y comenzaron. Las vocales corrían y saltaban, cada una usando su propio estilo. A era rápida y ágil, E se movía con gracia, I exploraba cada rincón, O animaba con gritos de aliento, y U nunca dejaba de motivar a sus amigas.
A medida que avanzaban, llegaron a un desafío: un gran charco de barro estaba justo en medio del camino.
"¡Ay no! No sé cómo cruzar este barro, me voy a ensuciar!" se quejó I.
"¡No hay que rendirse!" dijo O.
"Podemos hacerlo juntas. Por mi parte, puedo buscar una rama para hacer un puente", propuso U.
"¡Esa es una gran idea!" agregó E.
Así que juntas, lograron construir un puente improvisado. Al cruzarlo, empezaron a reírse de lo divertido que era trabajar en equipo.
Una vez cruzado el charco, se encontraron con un segundo desafío: un gran árbol en el medio del camino bloqueaba su ruta. A propuso, con determinación:
"Voy a intentar trepar por el árbol y ver si hay un camino por encima."
Mientras A trepaba, E pensó en una idea:
"¿Y si creamos una pequeña escalerita con hojas y ramas?"
"¡Buena idea!" dijo U.
La creatividad de E se sumó al impulso de A, y juntas lograron que todas pudieran escalar el árbol y encontrar una salida. Era un viaje de aprendizaje.
Finalmente, llegaron a la meta: el Bosque de las Palabras. Allí, se encontraron con muchas palabras mágicas que les dieron la bienvenida.
"¡Bienvenidas!" dijeron las palabras.
"Las hemos estado esperando. Queremos agradecerles por trabajar juntas y superar sus desafíos."
Las vocales se miraron con orgullo y felicidad. Habían aprendido que, aunque cada una tenía sus talentos, cuando se unían eran capaces de lograr grandes cosas.
"Así se hace, chicas. ¡El trabajo en equipo siempre es lo mejor!" declaró U.
Decidieron disfrutar del Bosque de las Palabras, donde podrían crear nuevas aventuras juntas. Y así, regresaron a su hogar en el País de las Vocales, con historias que contar y recordando que cada letra tiene su valor, pero que juntas son invencibles.
FIN.