La Gran Carrera de Mascotas



En un pequeño pueblo llamado Mascotilandia, donde los animales domésticos eran los reyes y reinas, cada año se celebraba una gran carrera. Todos los perros, gatos, conejos y hasta los pájaros se preparaban para este evento tan esperado. Tobi, un perro dálmata con muchas ganas de ganar, soñaba con la victoria. También estaba Lila, una gata persa ágil y astuta, y Ramón, un conejo valiente y veloz.

"¡Voy a ganar! No hay quien me detenga!"- decía Tobi mientras movía su cola.

"No te confíes, Tobi. Yo soy la más veloz de todas!"- respondía Lila, estirando sus patas.

"Con un par de saltos, los alcanzo a todos!"- bromeaba Ramón mientras hacía piruetas.

Los tres amigos entrenaban cada día para prepararse para la carrera. Un día, mientras entrenaban en el parque, se encontraron con un ave llamada Pipo. Pipo había sido rescatada de una tormenta y tenía mucho que contar.

"¿Qué hacen, amigos?"- preguntó el ave.

"¡Nos estamos preparando para la gran carrera!"- contestó Tobi.

"Genial, pero no se olviden de la importancia de la amistad y el trabajo en equipo. A veces, ganar no es lo más importante"- aconsejó Pipo.

Tobi, Lila y Ramón se miraron y, aunque estaban entusiasmados con la idea de ganar, comenzaron a pensar en el mensaje de Pipo. En el día de la carrera, una multitud de animales se reunió para ver el evento. Había pancartas, banderas y un ambiente festivo.

El viento soplaba fuerte, y cuando sonó el disparo de inicio, todos los animales salieron disparados. Tobi corrió rápido, Lila saltó ágilmente, y Ramón avanzaba velozmente, pero a poco de comenzar, Tobi se distraía con los aplausos.

"¡Mirá a todos animándonos!"- dijo mientras se daba vuelta. Pero al mirar hacia atrás, no se dio cuenta de que había un pequeño obstáculo adelante.

Un tronco caído hizo que Tobi se cayera al suelo. Lila y Ramón se detuvieron al verlo caer.

"¡Tobi, estás bien!"- gritó Lila, preocupada.

"Voy, amigo. ¡No te quedes ahí!"-añadió Ramón.

En ese momento, Pipo voló sobre la carrera y gritó:

"¡Ayuden a Tobi!"-

Sin dudarlo, Lila y Ramón corrieron de regreso a ayudar a su amigo. Tobi se levantó, un poco aturdido, pero feliz de verlo a sus amigos.

"Gracias, chicos. No creo que gane, pero estoy contento de tenerlos a ustedes a mi lado."- dijo Tobi.

En ese instante, decidieron unirse y correr juntos, apoyándose unos a otros. La amistad los mantuvo unidos y, aunque no llegaron los primeros a la meta, al cruzar juntos la línea, se sintieron ganadores.

La multitud aplaudió y Pipo, desde arriba, celebraba la gran demostración de compañerismo.

"Eso es lo que importa, ¡la amistad!"- gritó Pipo.

Esa noche, mientras tomaban un refresco de frutas y compartían chistes, Tobi, Lila y Ramón se dieron cuenta de que trabajar juntos les había traído más alegría que cualquier trofeo. Desde entonces, decidieron que todos los años, su participación en la carrera sería una celebración de la amistad más que una competencia.

Y así, Mascotilandia siguió disfrutando de sus carreras anuales, donde el verdadero ganador siempre era el que llegaba con sus amigos.

FIN.

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