La Gran Carrera de Tiburones



En un hermoso mar azul, lleno de corales de colores y peces juguetones, vivía un grupo de tiburones muy especiales. No eran tiburones comunes y corrientes, ¡eran tiburones amigos! Un día, decidieron organizar una gran carrera en la piscina del océano. Todos estaban muy emocionados.

El tiburón más pequeño del grupo, llamado Tobi, estaba un poco nervioso antes de la gran carrera. "¿Y si no puedo nadar rápido como mis amigos?"- murmuró Tobi, mirando a sus compañeros. Pero sus amigos, el tiburón veloz Lucho y la tiburona brillante Ana, se acercaron.

"No te preocupes, Tobi. Lo más importante es que nos divirtamos juntos. ¡No importa quién gane!"- dijo Lucho, moviendo su aleta con alegría.

"Exacto, ¡lo vamos a pasar genial!"- añadió Ana, brillando como un hermoso sol bajo el agua.

El día de la carrera, el mar estaba lleno de emoción. Los tiburones se alinearon en la línea de inicio, rodeados de peces que aplaudían. La gran medusa, que sería siempre la animadora, dijo:

"¡Listos, listos, ya!"-

Con un gran zancada, todos los tiburones salieron disparados, haciendo burbujas y risas. ¡Era una vista increíble! Sin embargo, pronto Tobi se dio cuenta de que había una pequeña corriente que lo llevaba hacia un lugar desconocido. "¡Ay no! Me estoy alejando de la carrera!"- gritó Tobi, mientras los demás tiburones nadaban a toda velocidad.

Al ver que Tobi se desvíaba, Ana y Lucho decidieron ayudarlo. "¡No te preocupes! Vamos a buscarte!"- exclamó Ana. Juntos nadaron en dirección a Tobi.

"¡Ven, Tobi! Solo sigue nuestra voz!"- gritó Lucho, mientras nadaban hacia él.

Con el apoyo de sus amigos, Tobi logró salir de la corriente. "¡Gracias, amigos!"- dijo, aliviado. "No podría haberlo hecho sin ustedes."-

Finalmente, cuando todos se reunieron otra vez, la carrera se convirtió en un gran juego. Así que decidieron cambiar las reglas. En vez de competir, ¡harían un equipo!

Juntos, nadaron en círculos, corriendo de un lado a otro mientras el resto de los peces se unían a ellos. Había risas y burbujas por todos lados. Al final del día, todos estaban cansados pero felices.

"Esto fue increíble. Tal vez no ganamos la carrera, pero ganamos algo más importante: ¡una gran amistad!"- dijo Ana, brillando aún más.

Y así, los tiburones aprendieron que lo más importante no es ganar, sino disfrutar de la compañía de sus amigos y divertirse en cada aventura. La piscina los esperaba la semana siguiente, y estaban listos para brillar juntos una vez más, recordando siempre que lo mejor es tener amigos a su lado.

FIN.

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