La Gran Carrera del Bosque



En un bosque mágico y lleno de vida, vivían tres grandes amigos: Yampi el conejo, la ardilla Susanita y el erizo Rolito. Juntos pasaban sus días explorando, jugando, y compartiendo risas bajo los árboles. Pero un día, algo extraordinario sucedió.

Era una mañana brillante cuando Yampi, lleno de energía, dijo:

"¡Chicos! ¡Escuché que habrá una gran carrera este fin de semana en el claro del bosque!"

Susanita, que siempre estaba lista para una aventura, brincó de emoción:

"¡Sí! ¡Siempre he querido participar en una carrera!"

Rolito, un poco más cauteloso, frunció el ceño:

"No sé... ¿No creen que será muy difícil para mí?"

Yampi, con su mejor intención, se acercó a Rolito y le dijo:

"¡Vamos, Rolito! ¡Tú eres más rápido de lo que piensas! Además, podemos entrenar juntos. La amistad es más fuerte que cualquier obstáculo."

Así que los tres amigos comenzaron a entrenar. Cada día, se reunían en el claro del bosque y se desafiaban con diferentes actividades. Yampi, con su agilidad, les enseñó a saltar, mientras Susanita ayudaba a Rolito a moverse más rápido entre los árboles.

Sin embargo, siempre surgía un pequeño problema:

"¡Oh no! ¡Estoy muy lento!"

"No te preocupes, Rolito. Lo más importante es divertirnos juntos, no solo ganar."

"Sí, además todos ustedes están aquí para ayudarme, y eso ya es una victoria para mí."

Con los días, Rolito empezó a sentirse más seguro. Sus amigos lo alentaban constantemente, y ese apoyo lo motivaba a seguir adelante. Pero el día de la carrera llegó y todos los animales del bosque se reunieron para ver el evento. La emoción era palpable.

Cuando sonó la señal de partida, Yampi y Susanita volaron adelante. Pero Rolito, aunque no iba tan rápido, se concentró y corrió con todas sus fuerzas.

Sin embargo, lo inesperado sucedió. En la primera curva, una pequeña trampa con ramas había sido instalada. Yampi, que estaba delante, no la vio y tropezó, cayendo al suelo.

"¡Ay!" gritó.

Susanita, al darse cuenta de lo que había pasado, se detuvo inmediatamente:

"¡Yampi! ¡¿Estás bien? !"

Yampi intentó levantarse, pero estaba aturdido.

"Voy a ayudar a Yampi, vos seguí Rolito!" dijo Susanita mientras corría hacia su amigo.

Rolito, aunque un poco asustado y dudoso, recordó las palabras de Yampi sobre la amistad:

"¡Espera! ¡Tus amigos son lo más importante!" Y en lugar de continuar corriendo, Rolito decidió ayudar a Yampi y Susanita. Con todos sus esfuerzos, empujó una rama caída con todas sus fuerzas para despejar el camino.

"¡Vamos, Yampi! ¡Te ayudaré a levantarte!"

Juntos, los tres amigos se unieron para ayudar a Yampi. A pesar de que Arnaldo el ciervo ganó la carrera, los tres amigos se dieron cuenta de que habían ganado algo mucho más importante.

"¡Lo hicimos! ¡Trabajamos juntos como un equipo!" dijo Rolito, sonriendo y saltando de alegría.

"Exactamente. La amistad es lo que nos une realmente. Y eso es más valioso que cualquier premio en esta carrera", agregó Susanita.

Desde esa experiencia, Yampi, Susanita, y Rolito no solo fortalecieron su amistad, sino que también aprendieron que en la vida, la verdadera victoria está en estar juntos, apoyarse mutuamente y disfrutar de cada momento compartido.

Así, el bosque siguió siendo testigo de sus aventuras, y cada vez que el viento soplaba entre los árboles, parecía susurrar:

"Juntos siempre es mejor."

FIN.

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