La Gran Competencia de los Alimentos Saludables
En el tranquilo pueblo de Villa Sana, habitaban los reyes de las frutas, verduras y cereales.
El Rey Manzana, la Reina Zanahoria y el Rey Trigo debatían acaloradamente sobre quién era el alimento más importante para los niños del lugar. Cada uno defendía con pasión su posición, sin llegar a un acuerdo. En medio de la disputa, el rey Don Poroto, conocido por su sabiduría y buen juicio, propuso una apuesta para poner fin a la discusión.
"- Propongo una competencia donde cada uno de nosotros deberá demostrar por qué nuestro alimento es el mejor para los niños. El que logre convencer a más pequeños será declarado vencedor - dijo Don Poroto con determinación.
Los otros reyes aceptaron el desafío y se dispusieron a preparar sus estrategias. La competencia se llevaría a cabo al día siguiente en la plaza central de Villa Sana.
Al amanecer, los niños del pueblo se reunieron ansiosos por presenciar la competencia entre los alimentos. El Rey Manzana ofreció jugo fresco y deliciosas manzanas rojas; la Reina Zanahoria preparó coloridas ensaladas y batidos saludables; mientras que el Rey Trigo horneó panes y galletas recién salidos del horno.
Los pequeños probaban cada alimento con entusiasmo, disfrutando de los sabores únicos que ofrecían. Sin embargo, algo inesperado sucedió cuando llegó el turno del Rey Poroto.
En lugar de presentar un plato elaborado o una bebida especial, Don Poroto decidió enseñar a los niños cómo plantar porotos en macetas. "- Quiero mostrarles que no solo somos un alimento rico en proteínas y nutrientes, sino que también podemos ser cultivados en casa con amor y cuidado.
Así podrán aprender sobre la importancia de la naturaleza y la paciencia al ver crecer sus propios alimentos - explicaba Don Poroto mientras ayudaba a los niños a sembrar las semillas en las macetas.
Los niños estaban fascinados con la idea y se sumaron emocionados a esta actividad tan especial. Con el paso de los días, observaron cómo las plantitas iban creciendo lentamente hasta convertirse en hermosas plantas de porotos listas para ser cosechadas. Finalmente, llegó el momento de elegir al ganador de la competencia.
Los niños reflexionaron sobre lo aprendido durante esos días: la importancia de una alimentación balanceada representada por todos los reyes presentes; pero también valoraron el proceso educativo y gratificante que les brindó Don Poroto al enseñarles a cultivar sus propios alimentos.
Con alegría, proclamaron a Don Poroto como vencedor absoluto de la competencia. Los otros reyes asintieron con respeto ante esta decisión e incluso se sumaron a felicitarlo por su sabiduría e ingenio.
Desde ese día en adelante, en Villa Sana se promovió no solo una alimentación saludable para los niños, sino también se fomentó el amor por la naturaleza y el cultivo propio de alimentos como parte fundamental en su desarrollo educativo.
Y así fue como todos aprendieron que cada alimento tiene su importancia única; lo crucial es saber combinarlos adecuadamente para obtener beneficios óptimos para nuestra salud.
FIN.