La Gran Fiesta de la Biodiversidad
En un rincón del bosque, donde los árboles danzan con el viento y los ríos murmuran canciones, vivía un grupo de animales muy especiales. Todos eran diferentes, pero juntos formaban una gran familia.
Un día, el sabio búho, don Búho Sabio, convocó a una reunión.
"¡Amigos!", dijo con voz profunda.
"Hoy tenemos que celebrar nuestra hermosa biodiversidad. Propongo una Fiesta en el Bosque para mostrar lo que cada uno de nosotros aporta al lugar".
Los animales estaban entusiasmados.
"¡Yo puedo ayudar a decorar!", exclamó la ardilla, saltando por las ramas.
"Y yo puedo traer frutas deliciosas", añadió la tortuga, mientras miraba con una sonrisa.
"Yo haré el mejor canto para el espectáculo", dijo el canario con orgullo.
Y así, cada uno comenzó a prepararse para la fiesta.
La ardilla recolectó flores de todos los colores. La tortuga, aunque lentita, llevó su tiempo y trajo mango, uvas y fresas que ofreció a todos. El canario practicó su canto en un claro, guiando a otros a juntarse.
Días antes de la fiesta, una sombra oscura cubrió el bosque. Era un gran pájaro de rapiña llamado Halcón, conocido por su desdén hacia los demás.
"¿Por qué deberían celebrar algo tan insignificante?", les gritó mientras volaba por encima.
"Solo sobreviven los más fuertes, ¡y yo soy fuerte!".
Los animales se sintieron un poco tristes, pero don Búho Sabio voló al centro del claro.
"Querido Halcón", dijo.
"La fuerza no está solo en los músculos, sino en la unión y en la belleza de ser diferentes".
Halcón, al escuchar esas palabras, se sintió confundido, pero dejó de molestar y se fue volando.
El día de la Fiesta llegó y todo el bosque estaba lleno de colores brillantes y aromas deliciosos. Los animales estaban muy felices y se llenaron de risas y canciones. El canario comenzó a cantar y todos se unieron en un gran coro.
De repente, una nube oscura se acercó al bosque. Era una tormenta que amenazaba con arruinar la celebración. Todos se miraron preocupados.
"¿Ahora qué hacemos?", preguntó la ardilla, mientras se aferraba a una rama.
"¡Se va a arruinar todo!".
Don Búho Sabio levantó sus alas.
"No se preocupen, amigos. En la naturaleza, siempre hay una solución. Todos debemos trabajar juntos".
Cada uno de los animales ayudó. La tortuga formó refugios con hojas grandes, la ardilla llevó ramas fuertes para sostener todo, y el canario se encargó de avisar cuando la lluvia iba a comenzar.
Cuando la tormenta pasó, el sol volvió a brillar. Todos se miraron felices y al final entendieron que su unión había salvado la fiesta.
"¡Lo logramos!", gritó la ardilla.
"¡Qué increíble es trabajar juntos!", añadió la tortuga.
Al final del día, Halcón observaba la alegría desde lejos.
"Tal vez necesitan un amigo fuerte, que les ayude". decidió volar hacia ellos.
"¿Pueden incluirme en su fiesta?".
Los animales sonrieron:
"¡Por supuesto! La biodiversidad es la mezcla de todos!".
Y así, Halcón se unió a la fiesta, entendiendo que cada uno tiene su lugar. Al final de la celebración, don Búho Sabio dijo:
"La amistad, la unión y el respeto por nuestras diferencias son lo que hace que este bosque sea un lugar especial".
Día a día, el bosque siguió siendo un lugar mágico lleno de vida y diversidad, donde todos los animales aprendieron que juntos eran más fuertes y que cada uno tenía un papel importante. Y así, la Gran Fiesta de la Biodiversidad se celebró cada año.
FIN.