La Gran Fiesta de la Selva



En lo profundo de la Selva Peruana, un lugar lleno de árboles altos y coloridos, vivían muchos animales, cada uno con su propia personalidad. La tortuga Tula, el loro Lolo, el jaguar Javi y la rana Rina eran grandes amigos. Un día, mientras charlaban, Lolo tuvo una idea.

"¡Chicos! ¿Qué les parece si hacemos una fiesta en la selva?" preguntó emocionado.

"¡Sí!" gritaron todos al unísono.

"Pero, ¿qué vamos a celebrar?" se preguntó Rina.

"Podemos celebrar nuestra amistad y lo importante que es ayudarnos unos a otros," sugirió Tula.

Y así, con la ayuda de todos, empezaron a preparar la fiesta. Cada animal tenía una tarea: Lolo se encargó de conseguir música, Javi iba a adornar la selva con hojas y flores, mientras que Rina se ofreció a preparar el juego de la carrera de sapos.

Un día antes de la gran fiesta, mientras todos trabajaban juntos, apareció un pequeño mono llamado Tito.

"¡Hola, amigos! ¿Puedo unirme a ustedes?" preguntó Tito.

"¡Claro!" respondieron todos.

Pero Tito, emocionado por ayudar, comenzó a hacer todo muy rápido y desordenado.

"Voy a colgar estas flores aquí, y esta música allá," decía Tito. Pero pronto todo se convirtió en un caos.

"¡Tito! Tranquilo, ¡no todo puede ser así de rápido!" le dijo Javi, intentando ayudarlo.

"Yo solo quiero que todo salga perfecto," dijo Tito con una sonrisa nerviosa.

Al ver la confusión que había creado, Tito se sintió mal.

"Lo siento, amigos, no quise hacer todo tan desorganizado. Solo quería ayudar," dijo con tristeza.

"No te preocupes, Tito. Todos queremos que la fiesta sea especial, y eso significa trabajar juntos sin apurarnos. Lo más importante es disfrutar lo que hacemos,” explicó Tula.

Después de hablar, todos se sentaron a pensar en una solución.

"¿Qué tal si cada uno hace una parte, pero sin apresurarse? Así será más divertido y podremos ayudarnos entre todos", sugirió Rina.

"¡Eso suena genial! Trabajaremos como un equipo,” dijo Lolo.

Así, se organizó todo, y cada uno hizo su parte. La tortuga decoró con hojas brillantes, Lolo eligió las mejores canciones, Javi se aseguró de que todo estuviera en su lugar, y Rina preparó un emocionante juego de carreras.

El gran día llegó. Los animales llegaron con sonrisas y muchas ganas de festejar.

"¡Hola a todos! Bienvenidos a nuestra fiesta de la selva!" gritó Lolo, emocionado.

Y, mientras la música sonaba, todos bailaron y cantaron. Javi invitó a Tito a bailar.

"¡Vamos, Tito! ¡No tengas miedo!" dijo Javi.

"Sí, ¡únete!" lo animó Tula.

Tito comenzó a bailar y se sintió parte del grupo. Todos los animales lo miraban sonriendo.

"¡Está bailando fantástico!" dijo Rina.

"¡Gracias amigos por dejarme ser parte de esto!" dijo Tito, muy contento.

La fiesta siguió con juegos y risas, y Tito empezó a entender que la verdadera felicidad estaba en la amistad y en compartir momentos especiales.

Cuando el sol comenzó a ponerse, todos se reunieron.

"¡Qué gran fiesta hicimos!" dijo Lolo.

"Y lo mejor es que lo hicimos todos juntos," agregó Rina.

"¡Sí! Aprendí que no importa si algo sale mal, lo importante es estar con amigos y disfrutar juntos," finalizó Tito.

Los animales se miraron y sonrieron, sabían que habían aprendido algo muy valioso: la amistad y la colaboración son fundamentales para lograr grandes cosas, y que siempre es bueno trabajar en equipo.

Así, con corazones llenos de alegría y una gran sonrisa, se despidieron hasta la próxima fiesta en la selva.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!