La Gran Fiesta de la Selva



Había una vez en la selva amazónica, un grupo de animales que vivía felices y alegres bajo la sombra de los grandes árboles. La selva estaba llena de colores brillantes y sonidos melodiosos, pero lo que más los animaba era la cercanía de la Gran Fiesta Anual de la Selva.

Preparativos y Expectativas

Una mañana soleada, el loro Lalo, conocido por su increíble habilidad para repetir lo que escuchaba, convocó a todos sus amigos.

"¡Atención, atención! ¡La Gran Fiesta se acerca!" - gritó Lalo, revoloteando entre las ramas.

A su lado estaba Paca, la paca, que siempre sabía cómo encontrar los mejores ingredientes para festines.

"¡Ay, Lalo! Yo puedo ayudar con la comida. Tengo una receta deliciosa para el pastel de frutas" - exclamó Paca, moviendo su cola con entusiasmo.

"¡Genial, Paca!" - respondió Lalo, emocionado. "Y yo puedo preparar un espectáculo con mis amigos, los monos."

Los animales se unieron para hacer de la fiesta algo espectacular. La tortuga Tina se encargó de hacer una lista con todo lo que necesitaban, mientras que el jaguar Javi se ofreció a traer las luces naturales: luciérnagas.

Los Obstáculos

Sin embargo, mientras organizaban la fiesta, apareció Zuri, la araña, con un aire preocupado.

"Chicos, tengo que decírselos. Ayer vi a un grupo de humanos cerca de la selva. Están buscando recursos naturales, y podrían arruinar nuestro hogar" - dijo Zuri, tejiendo una tela con gran ansiedad.

Los animales quedaron en silencio, pensativos.

"¿Qué haremos?" - preguntó Timo, el tatú. "¿Podemos salvar la selva y tener la fiesta al mismo tiempo?"

"Creo que sí. Si todos trabajamos juntos, podemos crear conciencia sobre lo que está pasando y a la vez mantener la alegría de la fiesta" - sugirió Lalo.

La Idea Brillante

Los animales se pusieron a pensar, y Paca tuvo una idea brillante.

"¿Y si hacemos de la fiesta un evento para mostrar lo maravillosa que es nuestra selva? Podemos invitar a humanos a que vengan y vean lo que es la naturaleza en su estado puro. ¡Así podrán entender cuán importante es protegerla!"

"¡Esa es una gran idea!" - dijo Javi. "Podemos enseñarles a disfrutarla sin dañarla."

Pronto todos los animales se pusieron manos a la obra. Prepararon decoraciones, ensayaron bailes, y Paca cocinó su famoso pastel de frutas.

La Gran Fiesta

El día de la fiesta llegó, y todos los animales estaban nerviosos pero emocionados. Lalo hizo los anuncios y los monos comenzaron a saltar y hacer piruetas.

"¡Miren, humanos, esto es la alegría de nuestra selva!" - gritó Lalo con su voz potente.

Los humanos llegaron, y al principio parecían escépticos. Pero a medida que la fiesta avanzaba, comenzaron a ver los colores vibrantes y a escuchar las risas. La tortuga Tina, junto con otras criaturas, decidió presentarles un programa sobre la flora y fauna de la selva.

Los humanos se sorprendieron al ver el talento de los animales y la belleza del lugar. Paca, en su stand de cocina, servía pastel y ananás a todos, mientras contaba historias sobre la selva.

El Giro Inesperado

De repente, mientras todos disfrutaban, un grupo de humanos con maquinarias apareció al borde de la selva. Los animales se asustaron, y todos miraron a Lalo, que inmediatamete voló cerca de ellos.

"¿Qué hacen aquí?" - preguntó con valentía. "¡Estamos en medio de una fiesta! ¡La selva es nuestro hogar, y no queremos que lo arruinen!"

Los humanos se detuvieron, confundidos por la presencia de un loro hablando. Uno de ellos, un niño, comenzó a reírse.

"¡Mira, mamá, un loro que habla!" - dijo feliz.

El niño comenzó a acercarse a la fiesta, y pronto otros lo siguieron. Lalo vio la oportunidad.

"Venid, venid, vean lo que estamos haciendo. Aprendan sobre nuestra selva y por qué es tan importante cuidarla."

La conexión llegó. Los humanos comenzaron a interesarse en las historias de los animales. Timo les mostró cómo se construía un nido, mientras que Javi les mostró sus habilidades para trepar. Todos se divirtieron, y el miedo se disipó.

El Compromiso

Al final de la fiesta, los humanos se acercaron a los animales.

"No sabíamos lo maravillosa que era esta selva. Prometemos cuidarla y buscar formas de convivir con ustedes" - dijo el padre del niño.

"¡Sí, por favor! La selva necesita protección, y nosotros queremos ayudar!" - agregó el niño con entusiasmo.

Todos los animales gritaron de alegría, sabiendo que su hogar estaba a salvo, y que gracias a esa gran fiesta, nuevas amistades habían nacido.

Entonces, mientras la luna iluminaba suavemente la selva, los animales llamaron a todos los seres de la naturaleza a vivir juntos y a ser guardianes de la selva, porque en cada rincón, hay magia en cuidar lo que amamos.

Y así, la Gran Fiesta de la Selva no solo celebró la vida, sino que también sembró esperanza y amor en los corazones de todos.

Desde ese día, cada año, animales y humanos se reunieron para celebrar la Gran Fiesta, recordando siempre lo importante que era cuidar de su hogar compartido.

FIN.

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