La Gran Fiesta de la Selva



En una hermosa selva peruana, vivía una monita llamada Lila. Lila era muy juguetona y le encantaba hacer amigos. Un día, decidió organizar una gran fiesta para celebrar la amistad. Emocionada, fue a invitar a sus amigos de la selva.

"¡Hola, Pipo el loro!", dijo Lila. "¿Querés venir a la fiesta que estoy organizando?"

"¡Claro que sí, Lila!" -respondió Pipo con su colorido plumaje brillando bajo el sol. "¡Voy a llevar mi mejor canto!"

Lila se fue a buscar a otros amigos. Vió a Tata, el puma, tomando sol.

"¡Hola, Tata!", saludó Lila. "¿Vas a venir a mi fiesta?"

"Sí, pero no sé si tendré tiempo. Estoy muy ocupado”, dijo Tata, estirando sus patas.

"¡Pero todos queremos verte! Vení, ¡y traé algo rico para compartir!"

"Chancho, creo que me convenciste. Llevaré unas deliciosas frutas" -dijo Tata sonriendo.

Luego, Lila encontró a Carla, la sapita.

"¡Hola, Carla!", gritó Lila. "¿Te gustaría ir a mi fiesta?"

"¡Sí!" -saltó Carla feliz. "Voy a buscar mis galletitas de barro para compartir".

Más tarde, Lila se encontró con Igor, el tapires.

"¡Hola, Igor!", dijo Lila. "¿Vas a venir a mi fiesta?"

"Me encantaría, pero estoy un poco triste. No tengo nada para llevar" -respondió Igor bajando la cabeza.

"No te preocupes, Igor. ¡Lo más importante es que vengas y ¡traigas tu sonrisa!" -dijo Lila animándolo.

"Está bien, Lila. ¡Voy a esforzarme por ir!" -respondió Igor sintiéndose mejor.

El día de la fiesta llegó, y todos los animales estaban emocionados.

Lila organizó juegos y cantos. Todos se reían y jugaban juntos.

Al principio, Tata trajo las frutas y Pipo cantó lindas canciones.

Cuando llegó el momento de probar las galletitas de Carla, todos se pusieron en fila, pero Ignorar se sintió un poco triste al no tener algo especial.

"No tengo nada" -pensó.

Lila lo vio y decidió ayudarlo.

"¡Amigos!", gritó Lila. "¡Vamos a hacer una ronda! Igor, ¿querés contarnos alguna historia mientras probamos las galletitas de Carla?"

"¡Claro!" -respondió Igor, sintiéndose importante.

Todos se sentaron en círculo y escucharon la historia de Igor, que era sobre un viaje de aventuras en la selva.

todas las historias y risas, Igor se sintió querido y se olvidó de su tristeza.

Al final de la fiesta, Lila dijo:

"Me alegra que todos hayamos venido. ¡Esto me enseña que ser solidarios y compartir hace que todos se sientan felices!"

"Y que en la selva, la amistad se celebra todos los días" -dijo Pipo, guiñando un ojo.

Todos aplaudieron y celebraron juntos. Igor sonrió y dijo:

"Gracias a todos, por mostrarme que lo más importante es estar juntos y compartir".

Y así, la fiesta de la selva terminó con lecciones de respeto y solidaridad, donde todos aprendieron que lo importante es tener un corazón grande y estar siempre dispuestos a compartir la felicidad.

FIN.

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