La Gran Fiesta de la Vocal I



Era un hermoso día en la ciudad de las letras, donde cada letra vivía en su casita. Entre ellas, vivía una muy especial: ¡la vocal I! La vocal I era pequeña, delgada y siempre estaba de buen humor. Cada día, le decía a sus amigos:

- '¡Hola, amiguitos! ¿Listos para jugar?'

Un día, la vocal I decidió organizar una gran fiesta. Quería que todos sus amigos vinieran y aprendieran sobre la importancia de las vocales. Entonces, comenzó a preparar todo.

- 'Voy a invitar a todos: la A, la E, la O, y la U.' - pensó la vocal I, emocionada.

Mientras escribía las invitaciones, escuchó un sonido raro. ¡Eran los sonidos de los instrumentos que venían de la casa del tamborínito T! , que siempre hacía mucho ruido.

- '¿Qué pasará ahí?' - se preguntó la vocal I con curiosidad. Ella decidió ir a ver.

Cuando llegó, encontró a T tocando su tambor y ¡vaya que le gustaba! Pero los otros amigos, la A, la E, la O y la U, estaban preocupados.

- '¡No podemos oír la invitación!' - gritó la A.

La vocal I, al escuchar eso, tuvo una gran idea.

- '¡Vamos a formar una gran canción!' - propuso.

- '¡Sí! ¡Cantemos juntos!' - dijeron todos.

Así que la vocal I comenzó a cantar:

- 'Vamos a la fiesta, la fiesta de la I, es un día especial, vení a divertir.'

Los demás acompañaron a la vocal I y, poco a poco, el tamborínito T fue disminuyendo el volumen para escuchar la canción. Discubrieron lo divertida que era la vocal I y cómo era parte de sus palabras.

- '¡Me encanta la I!' - dijo la O.

- 'Sí, la I está en comida, en juguetes y en el río.' - agregó la E.

- '¡No olvidemos de invitar a la “Iguana I”!' - dijo la A.

Todos se rieron. La vocal I, feliz, dijo:

- '¡Eso es! ¡Iguana I también puede venir a la fiesta!'

Y así, decidieron hacer una lista de todas las cosas que comenzaban con la letra I: iguana, isla, increíble, ilusión. ¡Era tan divertido!

Llegó el día de la fiesta, y todos los amigos de la vocal I estaban muy emocionados. La casa de la vocal I se llenó de globos y serpentinas.

Cuando la fiesta empezó, todos dijeron:

- '¡Feliz fiesta de la vocal I!'

- '¡Gracias a la vocal I por ser tan especial!'

La fiesta estaba increíble, todos bailaban, comían, y lo más important, aprendían sobre la vocal I. Al final del día, la vocal I dijo:

- 'Quiero que recuerden que cada letra y cada vocal son importantes, pero yo, ¡la I, también quiero un lugar especial en su corazón!'

Y todos aplaudieron, pues a pesar de que la I era pequeña, su alegría era enorme. Así, terminaron el día con una gran sonrisa y recordando que las vocales en palabras pueden hacer magia.

- '¡Hasta la próxima fiesta, I!' - dijo la A.

- '¡Nos vemos!' - respondió la I, despidiéndose mientras todos bailaban y se reían.

Desde aquel día, los amigos de la vocal I aprendieron a no olvidarse de ella cada vez que hacían palabras. ¡Y la vocal I se sintió feliz de ser parte de sus vidas!

FIN.

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