La Gran Fiesta de los Animales



En un hermoso día soleado en la Patagonia, todos los animales se estaban preparando para una gran fiesta. El lugar elegido era un claro junto al río, donde había mucho espacio para jugar y compartir.

La bandurria, con su hermoso canto, fue la primera en llegar. "¡Hola, amigos! ¡Hoy será un día especial!"- dijo moviendo su cola con entusiasmo.

Luego llegó el huemul, un ciervo elegante y sabio. "Tengo una idea. ¿Por qué no contamos historias mientras disfrutamos de la fiesta?"- propuso.

El huillin, una simpática nutria, se acercó nadando. "¡Sí! Y yo puedo traer peces frescos del río para compartir!"- exclamó mientras movía su cola alegremente.

Los teros, con sus patas largas y movimientos graciosos, llegaron salteando. "¡Nosotros también estamos listos para divertirnos! Podemos bailar y hacer acrobacias"- dijeron al unísono.

Por último, los patos huala, que son siempre muy alegres, aterrizaron en el agua. "¡Nuestros quack, quack harán que todos se rían!"- añadieron emocionados.

Cuando todos los animales se reunieron, el huemul propuso que cada uno contara una historia.

Primero, la bandurria contó sobre su primer vuelo, lo feliz que se sintió al alzar el vuelo por primera vez. "Volar es maravilloso, porque desde arriba podemos ver todo lo bonito que es nuestro hogar"- dijo.

Luego fue el turno de los teros, que contaron una divertida historia sobre cómo un día fueron a buscar comida y terminaron resbalando en el barro. "¡Fue tan gracioso! Todos nos reímos mucho, ¡incluso el huémul que siempre es tan serio!"- rieron.

El huillin habló de su aventura en el río, donde un pez le habló y le pidió ayuda para regresar al agua. "Siempre debíamos ayudar a los demás, porque eso nos hace felices"- concluyó.

Los patos huala sorprendieron a todos con una canción sobre la amistad, que hicieron cantar a todos los animales.

Cuando llegó el momento de comer, el huillin trajo los peces, y todos disfrutaron de la comida mientras reían y compartían sus historias.

Pero, de repente, ¡un fuerte viento comenzó a soplar! Los animales miraron preocupados cómo las hojas volaban por el aire.

"No podemos dejar que esto arruine nuestra fiesta!"- gritó la bandurria.

"¡Vamos a ayudar!"- dijo el huemul, "Formemos una cadena y aguantemos los adornos de la fiesta juntos"- propuso.

Todos los animales se unieron y ayudaron a recoger las decoraciones, mientras los patos huala hacían reír a todos con sus ocurrencias y los teros bailaban.

Con esfuerzo y trabajo en equipo, lograron volver a poner todo en su lugar. Cuando el viento se calmó, todos aplaudieron y se abrazaron, agradecidos por tenerse unos a otros.

Finalmente, la fiesta continuó, y todos se sintieron felices por haber ayudado a restaurar la alegría del día.

"Siempre juntos somos más fuertes, ¡y hoy lo demostramos!"- dijo el huillin mientras todos celebraban.

Desde ese día, los animales aprendieron que trabajando en equipo pueden superar cualquier obstáculos y vivir grandes aventuras. Y así, cada año, se reunían para celebrar la Gran Fiesta de los Animales, recordando que la amistad y la colaboración son lo más importante.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!