La gran fiesta de los animales

En el bosque encantado, un grupo de animales decidió organizar una gran fiesta para celebrar la llegada de la primavera. Todos estaban muy emocionados, pero pronto surgieron algunos problemas.

La tortuga Tula, sabia y pacífica, fue elegida como la encargada de la organización. Ella tomó su tarea muy en serio. Por eso, reunió a todos los animales.

-Tula: -¡Buenos días, amigos! Hoy vamos a planear la mejor fiesta de primavera de todas. ¡Pero necesitamos que cada uno de ustedes asuma su responsabilidad!

El zorro Zorro fue el primero en hablar:

-Zorro: -¡Yo me encargaré de conseguir la música! Tengo varios amigos pájaros que pueden cantarle a la primavera.

Aplaudieron todos, y luego, la ardilla Susi se ofreció para decorar el lugar.

-Susi: -¡Yo llevaré las flores y las ramas! Haré que nuestro bosque luzca hermosísimo.

Los demás animales, como el ciervo Diego, la conejita Lila y el pato Pepe, también tomaron roles importantes. Así, cada uno se fue a preparar para su tarea, mientras que Tula quedaba comprometida a coordinar todo.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando Zorro decidió que, en lugar de ir a buscar a los pájaros, podría quedarse en casa a jugar videojuegos. Y así lo hizo.

Mientras tanto, Susi también se distrajo un poco.

-Susi: -¡Ay, qué rico está este fruto! Voy solo a comer un par de ellos, y ya vuelvo a buscar las flores...

Finalmente, llegó el día de la fiesta. Todos los animales llegaron emocionados, pero se dieron cuenta de que la música no estaba lista.

-Tula: -¿Zorro, dónde están los pájaros que ibas a traer para la música?

Zorro, con la cabeza agachada, respondió:

-Zorro: -Emmm... Bueno, la verdad es que me quedé jugando. No fui a buscarlos.

Tula, un poco disgustada, dijo:

-Tula: -Pero Zorro, ¡cada uno de nosotros tenía una responsabilidad! El éxito de la fiesta depende de todos.

Sin embargo, Zorro no fue el único que no cumplió su tarea. La ardilla Susi tampoco había traído nada de flores.

-Susi: -Ehhh... Me distraje un poco comiendo algunas frutas... Pero estoy segura que encontraremos algunas flores ahí en el bosque.

Los animales comenzaron a sentir que la fiesta se convertía en un desastre. Sin música ni decoraciones, todo parecía aburrido. Lila, la conejita, se acercó a Tula.

-Lila: -Tal vez podamos hacer algo improvisado. ¡Podríamos jugar a adivinanzas!

Tula pensó que era una buena idea, así que pidió a todos que participaran en el juego. Sin embargo, al comenzar, se dio cuenta de que el éxito del juego también dependía de la participación y responsabilidad de cada uno.

-Tula: -¿Cómo podemos jugar sin música y sin la alegría que esperábamos? Necesitamos que todos asuman sus responsabilidades.

Viendo que todos se quedaron cabizbajos, Tula se levantó y tuvo una idea brillante:

-Tula: -¡Espera! ¿Y si vamos a buscar la música y a las flores juntos? ¡Así todos asumimos la responsabilidad!

Las miradas se iluminaron. Cada uno se sintió motivado. Zorro, Susi, Lila, Diego y Pepe se unieron a Tula y comenzaron a recorrer el bosque. Al poco tiempo, encontraron a los pájaros que, al ver a sus amigos venir con alegría, decidieron cantar.

Luego, vieron flores de colores por todas partes. Todos comenzaron a recolectar, y juntos, hallaron decoraciones perfectas para su fiesta.

Finalmente, regresaron al claro donde estaba organizada la fiesta. Colocaron hermosas flores y los pájaros comenzaron a cantar. Todos bailaron y rieron.

-Diego: -¡Vieron? Juntos, ¡hicimos maravillas!

-Tula: -Así es, amigos. Cumplir con nuestras responsabilidades es importante, pero también lo es ayudar a los demás. ¡Porque juntos, ¡somos más fuertes!

A partir de aquel día, los animales aprendieron que ser responsable no sólo significaba cumplir con su tarea, sino también colaborar con los demás y trabajar en equipo. La fiesta de primavera se convirtió en el mejor evento del bosque, y todos los años lo celebraban, recordando la importancia de la responsabilidad y la unión.

Y así, el bosque siguió lleno de música y alegría, gracias a la valentía y compromiso de sus habitantes.