La Gran Fiesta de Navidad
Era una fresca tarde de diciembre en el pequeño pueblo de Villaverde. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, todos los vecinos estaban emocionados por la celebración anual de la Gran Fiesta de Navidad. En el centro del pueblo, los árboles estaban adornados con luces brillantes y guirnaldas de colores, haciendo que todo luciera mágico.
En la casita de los Martínez, Camila, una niña de diez años, corría de un lado a otro, ayudando a su mamá a preparar la cena familiar. Su hermano menor, Joaquín, de seis años, era un pequeño travieso que siempre estaba preguntando cosas.
"¿Falta mucho para la cena, mamá?" - preguntó Joaquín mientras intentaba alcanzar una galletita.
"Paciencia, Joaquín. ¡La cena será deliciosa y ya casi estamos listos!" - respondió su madre, sonriendo.
Mientras tanto, Camila tenía una idea en mente. Quería que esta Navidad fuera especial. Se acordó de lo que su abuela solía decir:
"La mejor parte de la Navidad es estar juntos y compartir momentos inolvidables."
Así que decidió que esa noche, además de la música y la cena, necesitarían un espectáculo. Con entusiasmo, corrió a buscar a sus amigos.
"¡Chicos! ¡Esta noche vamos a hacer un espectáculo para la cena!" - gritó.
Todos se miraron intrigados.
"¿Qué tipo de espectáculo?" - preguntó Sofía, la mejor amiga de Camila.
"Podemos hacer una obra de teatro y cantar villancicos. ¡Será genial!" - propuso Camila.
Los amigos se entusiasmaron y decidieron reunirse en el jardín de los Martínez para planearlo todo. El tiempo pasaba rápido, y pronto, comenzaron a ensayar. Sin embargo, había algo que no podía faltar: la música. Camila se acordó de que su papá tocaba la guitarra.
Cuando Camila fue a buscarlo, lo encontró instalado en el sillón, mirando un viejo videíto familiar.
"Papá, ¿puedes tocar la guitarra para nuestro espectáculo navideño?" - pidió.
"¡Por supuesto! Me encantaría. ¡Vamos a hacer vibrar este lugar!" - contestó su papá, iluminando el ambiente con su sonrisa.
La noche llegó y la cena familiar estaba servida. El aroma de las comidas llenaba la casa de los Martínez. Camila y sus amigos estaban nerviosos, pero emocionados. La familia se sentó a la mesa, todos listos para disfrutar.
Pero justo cuando Camila estaba a punto de presentar el espectáculo, Joaquín, con sus ojos brillantes, interrumpió:
"¡Espera! Yo también quiero participar. ¡Yo tengo una sorpresa para papá!"
Todos lo miraron intrigados. Joaquín había estado ensayando un pequeño truco de magia que había aprendido de un libro.
"¿Puedo hacerlo antes de la obra?" - pidió.
"¡Claro, pequeño mago! ¡Adelante!" - exclamó su mamá, aplaudiendo.
Joaquín subió a una silla y, con una baraja de cartas en la mano, comenzó a realizar su truco. Todos en la mesa estaban atentos.
"¡Elijo a alguien del público!" - dijo Joachim, señalando a su papá.
"¡Papá, elige una carta!"
Mientras Joaquín hacía su truco, la sorpresa fue que su papá adivinó la carta correcta. La sala se llenó de risas y aplausos. La sonrisa de Joaquín iluminó todo el lugar.
Después de su actuación, fue el momento del gran espectáculo de Camila y sus amigos.
"¡Y ahora, a disfrutar de nuestra obra!" - anunció Camila, y todos los presentes aplaudieron, listos para el show.
Los amigos actuaron, contaron historias divertidas y cantaron villancicos. La música se escuchaba en toda la casa, y los corazones estaban llenos de alegría. A media actuación, todos, incluso los adultos, se levantaron a bailar.
La abuela de Camila, que había estado sentada en un rincón, se unió a ellos con una sonrisa.
"¡Qué alegría verlos así!" - dijo la abuela, riendo mientras se unía a los pasos de baile.
Al final de la noche, todos se sentaron alrededor de la mesa, exhaustos pero felices.
"Esto fue lo mejor de todas las Navidades que he vivido" - dijo el papá de Camila, con una sonrisa llena de cariño.
"No solo fue la cena, sino los momentos que compartimos juntos" - añadió Camila, sintiendo que su plan había sido un éxito.
Esa noche, todos aprendieron que la verdadera magia de la Navidad no reside en lo que se sirve en la mesa, sino en el amor, la risa y la unión de la familia y los amigos.
FIN.