La Gran Fiesta del Bosque



En un bosque mágico, donde los árboles danzaban con la brisa y los animales hablaban entre sí, vivía una pequeña ardilla llamada Rita. Rita era muy curiosa y amaba explorar cada rincón del bosque. Un día, mientras recolectaba nueces, se encontró con un viejo búho llamado Don Sabio.

"¡Hola, Rita!", dijo Don Sabio con su voz profunda. "¿Por qué estás tan preocupada?".

"¡Hola, Don Sabio!", respondió Rita. "Es que he notado que algunas hojas de los árboles están amarillas y caen al suelo. Estoy preocupada por el bosque".

"Es cierto, pequeña. Nuestro hogar está sufriendo", asintió el búho. "Necesitamos hacer algo, pero no sé qué puede ser".

Rita decidió que era hora de organizar una gran fiesta en el bosque, donde todos los animales podrían reunirse y hablar sobre cómo cuidar su hogar. Así, corrió por todo el bosque anunciando la gran fiesta.

"¡Atención, amigos!", gritó Rita. "Tendremos una fiesta en el claro del bosque, ¡el próximo sábado! Todos están invitados a compartir ideas para cuidar nuestro hogar".

Los animales del bosque estaban muy emocionados. Esa noche, todos se pusieron a trabajar: los pájaros recolectaron ramitas y flores para decorar, las ardillas trajeron nueces y frutas, y los ciervos ayudaron a hacer un gran escenario con troncos.

El día de la fiesta, el bosque brillaba como nunca. Había risas y música. Pero cuando todos se reunieron, Rita se dio cuenta de que había un problema: el río que cruzaba el bosque estaba muy sucio.

"Amigos!", gritó Rita. "Miren el río, está muy sucio. No podemos tener una fiesta así".

Los animales miraron hacia el río y se dieron cuenta de que había basura flotando en él.

"¡Debemos limpiarlo!", exclamó el zorro.

"Sí!", agregó la perdiz. "Pero ¿quién hará el trabajo?".

Rita, decidida, dijo:

"¡Nosotros! ¡Haremos un equipo!".

Así que, en lugar de seguir con la fiesta, todos se pusieron manos a la obra. Se dividieron en grupos: unos recogieron la basura, otros buscaron formas de evitar que la basura llegara al río, y algunos plantaron árboles alrededor de sus orillas.

Mientras trabajaban, Don Sabio observó desde una rama. Se sintió orgulloso de ver a todos los animales unidos en una causa importante.

Finalmente, después de unas horas de arduo trabajo, el río estaba limpio y brillante nuevamente. Todos se sentaron a descansar y celebraron su éxito con un delicioso banquete.

"¡Excelente trabajo, amigos!", aplaudió Rita. "Ahora, no solo cuidamos nuestro río, sino que también tenemos nuevas ideas para cuidar el bosque".

A partir de ese día, los animales del bosque se organizaron una vez al mes para realizar jornadas de limpieza. Cada uno aprendió la importancia de cuidar su hogar y se comprometieron a cuidar el medio ambiente en su vida diaria.

Don Sabio, siempre observante, dijo:

"A veces, una pequeña idea puede transformarse en algo grande y hermoso".

Y así fue como, gracias a Rita y su fiesta, el bosque se convirtió en un lugar aún más mágico, lleno de vida y alegría, donde todos se cuidaban mutuamente y respetaban el entorno que compartían.

FIN.

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