La Gran Fiesta del Bosque
Era un lindo día en el Bosque de los Sueños, el sol brillaba y una suave brisa movía las hojas de los árboles. En la Casa del Árbol, Miel, una pequeña abejita amante de las aventuras, estaba ansiosa por preparar una fiesta para todos sus amigos del bosque.
"¡Vamos, Oso! Hay mucho por hacer", exclamó Miel, revoloteando alrededor de Oso, quien estaba tranquilo disfrutando de la miel en su tarro.
"¿Fiesta? ¿Y por qué no me dijiste antes?", respondió Oso, emocionado.
"Porque lo planeé como sorpresa", contestó Miel, guiñándole un ojo.
Ambos se pusieron a trabajar. Mientras Miel recolectaba flores brillantes, Oso pensó en repartir miel por todo el lugar. Tan pronto como la idea fluyó en su mente, corrió a buscar más tarros.
Un poco más adelante, en la pradera, los animales del bosque comenzaron a murmurar sobre la fiesta. Conejo, el más curioso de todos, decidió acercarse.
"¿De qué se trata esta fiesta?", preguntó Conejo.
"¡Es una sorpresa!", contestó Miel, mientras zumbaba alegremente.
"¿Podemos ayudar?", se ofreció Zorro, realizando acrobacias en el aire.
"¡Por supuesto!", dijo Oso, que ya regresaba con tarros de miel.
Todos estaban tan emocionados que comenzaron a aportar ideas. Pájaro se ofreció a recoger todas las canciones para que la fiesta tuviera música, mientras que Sopa, la tortuga, se encargó de preparar un gran pastel de flores.
A medida que el día avanzaba, los sueños de la fiesta empezaron a tomar forma, pero de repente, una nube oscura apareció entre los árboles. Rápidamente se escuchó el zumbido de las abejas y una voz grave que decía:
"¿Qué hacen aquí todos ustedes?"
Era el viejo búho, muy conocido en el bosque por ser algo gruñón.
"Estamos organizando una fiesta", explicó Miel.
"¿Fiesta, dicen? ¿No saben que los ruidos atraen a los peligros del bosque?"
Todos los animales se miraron nerviosos. "No queremos causar problemas", murmuró Conejo.
"Pero celebración también es alegría y unión entre amigos", agregó Oso, con mucho cariño.
Pero el búho siguió con su mirada seria.
"Una fiesta solo genera desorden. Lo mejor es no hacerla".
Los amigos se sintieron decepcionados. Necesitaban encontrar una forma de hacer la fiesta sin alarmar al búho. Entonces, Miel tuvo una idea brillante.
"¿Y si hacemos la fiesta en silencio? Podríamos compartir los cuentos y reírnos sin hacer mucho ruido", sugirió.
"¡Eso suena genial! Y así no molestamos al búho", dijo Zorro, moviendo su cola emocionado.
Con este nuevo plan, los animales se pusieron a trabajar en la organización de la fiesta silenciosa. La música sería suave, las risas serían suaves, y cada uno traería su mejor historia para contar. El viejo búho, aunque no estaba del todo convencido, escuchó la propuesta y dejó de mirarles con desdén.
Llegó la tan esperada noche. Bajo la luz de la luna, el bosque se iluminó con pequeñas linternas hechas de hojas y flores. Todos los animales tomaron asiento y las historias comenzaron.
"¡Érase una vez una pequeña tortuga que quería llegar a la luna!", comenzó Sopa mientras todos reían en voz baja.
"Una vez, un zorro decidió correr una carrera con el viento", contó Zorro haciendo gestos.
"Y a veces, creo que puedo volar como una abeja", dijo Oso, mientras todos contenían la risa.
La noche continuó, y el búho, al oír las historias, fue bajando sus defensas. Al final de la velada, no pudo resistir.
"Esas historias eran realmente interesantes", confesó.
"¿Quieres contar una, viejo amigo?", le ofreció Conejo, acercándose a él.
"Tal vez... un día", respondió el búho, aún con un poco de timidez.
Así fue como, gracias a la unión y creatividad de los amigos, lograron tener su fiesta sin causar problemas. El búho, aunque nunca fue el más alegre, empezó a disfrutar de su compañía y a comprender que a veces, una sonrisa y buenos momentos son lo que realmente importa.
Desde entonces, las fiestas en el bosque se volvieron una tradición, y el viejo búho, poco a poco, se fue convirtiendo en parte de la diversión. Miel, Oso y sus amigos aprendieron que ante cada desafío, siempre hay una solución, y que la amistad es lo más importante.
FIN.