La Gran Fiesta del Sol y la Tierra



Había una vez en un planeta muy lejano llamado Tierrita, donde vivían seres muy curiosos y juguetones.

Entre ellos estaban Solcito, la estrella brillante que iluminaba el día, Lunita, la luna traviesa que aparecía de noche, y los terrícolas, unos simpáticos seres que habitaban en casitas de colores.

Un día, Solcito notó algo extraño: ¡La Tierrita tardaba 365 días en dar una vuelta alrededor suyo! Esto significaba que cada vez que daba la vuelta completa, los terrícolas celebraban un año nuevo. A Solcito se le ocurrió una gran idea: organizar una fiesta para explicarles a los niños terrícolas por qué tenían que esperar tanto tiempo para su cumpleaños.

"¡Luniiita! ¡Terrícolas! ¡Vengan todos a la fiesta en mi palacio estelar!", anunció Solcito con entusiasmo. Los niños terrícolas llegaron emocionados a la fiesta y se sentaron alrededor de Solcito, quien les contó sobre el viaje de la Tierrita alrededor del sol.

"¿Sabían que la Tierrita es como un carrusel gigante que da vueltas alrededor mío?", les preguntó Solcito. Los niños lo miraron asombrados y curiosos.

Entonces, Lunita intervino con una idea brillante:"¡Vamos a hacer una carrera para entenderlo mejor! Cada uno será un terrícola y dará vueltas alrededor de este globo dorado". Los niños empezaron a correr alrededor del globo dorado representando a la Tierrita.

Al principio lo hicieron rápido y contentos, pero luego se cansaron y entendieron por qué tardaba tanto tiempo en completar el recorrido. "¡Ahora pongamos 365 piedritas en este frasco cada vez que den una vuelta completa!", propuso Lunita.

Así lo hicieron y los niños vieron cómo el frasco se llenaba poco a poco con las vueltas alrededor del globo dorado. Fue entonces cuando comprendieron por qué tenían que esperar tanto para celebrar sus cumpleaños. Al final de la fiesta, los niños terrícolas aplaudieron emocionados y agradecidos por haber aprendido algo nuevo ese día.

Desde entonces, cada vez que veían salir el sol o brillar la luna en el cielo recordaban la divertida fiesta organizada por Solcito y Lunita para explicarles por qué La Tierrita tardaba 365 días en dar la vuelta alrededor del sol.

Y así fue como los pequeños terrícolas comprendieron el maravilloso viaje anual de su planeta gracias a dos astros amigables dispuestos a enseñarles cosas nuevas cada día.

FIN.

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