La Gran Fuga de Lila y Olivia


Había una vez una jirafa llamada Lila que vivía en un zoológico. Ella era muy alta y hermosa, pero no estaba feliz encerrada en un pequeño espacio rodeada de humanos curiosos que la observaban todo el tiempo.

Un día, mientras Lila estaba comiendo su ración diaria de hojas, vio a una niña llamada Olivia mirándola con tristeza. La niña se acercó a ella y le dijo:- Hola Lila, ¿cómo estás? Yo también me siento atrapada aquí dentro.

Me gustaría ayudarte a escapar. Lila nunca había hablado con un humano antes, pero esta niña parecía diferente. Tenía los ojos llenos de determinación y su voz sonaba sincera. - ¿De verdad quieres ayudarme? -preguntó Lila sorprendida.

- Sí, claro que sí -respondió Olivia-. Vamos a planear nuestra fuga juntas. Y así comenzó la aventura de Lila y Olivia para escapar del zoológico. Durante varios días se reunieron secretamente para idear un plan.

Finalmente decidieron que la mejor manera era esperar hasta el día del cumpleaños del director del zoológico cuando habría muchos visitantes distraídos por las celebraciones. El día llegó y las dos amigas pusieron en marcha su plan.

Mientras los visitantes estaban distraídos cantando "feliz cumpleaños" al director del zoológico, Lila logró abrir la puerta de su jaula con sus largas patas mientras Olivia vigilaba desde afuera. Cuando finalmente lograron salir del zoológico, Lila y Olivia corrieron juntas hacia el bosque cercano.

Allí se encontraron con otros animales que habían logrado escapar del zoológico en el pasado y habían formado una comunidad libre. Lila estaba tan feliz de estar finalmente en libertad que empezó a saltar de alegría.

Olivia sonrió al verla tan feliz y le dijo:- Sabes, Lila, ahora ya no eres solo una jirafa encerrada en un pequeño espacio. Eres una jirafa libre, capaz de explorar todo el mundo que te rodea.

Lila asintió emocionada mientras miraba a su alrededor y veía árboles altos, ríos cristalinos y vastas praderas. Ahora ella tenía la libertad para experimentar todas las maravillas del mundo natural.

Desde ese día en adelante, Lila y Olivia se convirtieron en grandes amigas y pasaban sus días explorando el bosque junto con los demás animales libres.

Y aunque nunca olvidaron su tiempo en el zoológico, sabían que ahora estaban donde pertenecían: fuera de las jaulas y en la naturaleza donde todos los seres vivos merecen estar.

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