La Gran Hazaña del Mar


. Se llamaban Tomás y Martín, eran inseparables desde pequeños y compartían la misma pasión por el surf. Cada vez que había olas, se encontraban temprano en la playa para disfrutar de su deporte favorito juntos.

Un día, mientras estaban surfeando, Tomás notó algo extraño en el mar. Era un tiburón que se acercaba peligrosamente hacia ellos. Rápidamente gritó:-¡Martín, cuidado! ¡Hay un tiburón! Martín miró hacia abajo y vio al tiburón nadando debajo de él.

En ese momento, ambos amigos sintieron miedo y no sabían qué hacer. De repente, Tomás tuvo una idea brillante:-¡Vamos a nadar hacia la costa lo más rápido posible! -gritó emocionado.

Ambos amigos comenzaron a remar con fuerza hacia la orilla mientras el tiburón los seguía de cerca. A pesar del miedo que sentían, no dejaron de remar hasta llegar a tierra firme. Cuando llegaron a la playa, estaban agotados pero felices de estar sanos y salvos.

Fue entonces cuando Martín dijo:-Gracias por salvarme la vida hoy, amigo. Tomás sonrió y respondió:-Eso es lo que hacen los amigos verdaderos: ayudarse mutuamente en situaciones difíciles.

A partir de ese día, Tomás y Martín aprendieron una importante lección sobre el valor de la amistad y cómo trabajar juntos ante cualquier obstáculo o peligro que pudieran enfrentar en su vida como surfistas.

Desde entonces siempre recordaron aquel día como uno donde demostraron que gracias al trabajo en equipo y la amistad podían enfrentar cualquier reto que se les presentara.

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