La gran lección de la selva


Había una vez un grupo de animales que vivían en un hermoso bosque. Entre ellos se encontraban el león, el elefante, la jirafa y la tortuga.

A pesar de ser muy distintos entre sí, siempre habían sido buenos amigos. Un día, mientras exploraban el bosque juntos, llegaron a un punto donde había un enorme árbol frutal lleno de deliciosas manzanas.

Todos los animales se emocionaron al verlas y comenzaron a discutir sobre quién debería quedarse con todas las manzanas. "¡Yo debería tenerlas todas!", dijo el león con voz autoritaria. "Soy el rey de la selva y merezco lo mejor". "No es justo", protestó la jirafa. "Todos deberíamos tener algo para comer".

El elefante asintió con la cabeza y dijo: "Tienes razón, jirafa. Sería más justo si compartiéramos las manzanas entre todos nosotros". La tortuga, aunque era lenta para hablar, también estaba de acuerdo: "Compartir es importante para mantener nuestra amistad".

Sin embargo, ninguno quería ceder su posición y todos se negaban a escuchar los argumentos de los demás. De repente, apareció una pequeña ardilla llamada Lucas que había estado escuchando toda la discusión desde su escondite en el árbol.

"¡Hola a todos!", exclamó Lucas saltando hacia abajo. "He estado pensando en cómo podríamos resolver este conflicto".

Los animales miraron curiosamente a Lucas mientras él les explicaba su plan:"- ¿Qué tal si cada uno toma solo una manzana y las dejamos en un montón? Así, todos podrían tener algo para comer y sería justo". El león, el elefante, la jirafa y la tortuga se miraron entre sí. Parecía una buena idea.

Decidieron seguir el plan de Lucas y cada uno tomó solo una manzana del árbol frutal. Luego, colocaron todas las manzanas en un montón en el suelo. "- Ahora todos tenemos algo para comer", dijo la jirafa con una sonrisa. "Gracias a Lucas por su gran idea".

Los animales se sentaron alrededor del montón de manzanas y disfrutaron de su comida juntos. Mientras comían, se dieron cuenta de que habían estado tan ocupados discutiendo que no habían disfrutado del hermoso bosque ni de su compañía.

A partir de ese día, los animales aprendieron a resolver sus conflictos escuchándose mutuamente y buscando soluciones justas para todos. Se dieron cuenta de que era mejor trabajar juntos como amigos que pelearse por cosas materiales.

Y así fue como el león, el elefante, la jirafa y la tortuga vivieron felices en armonía compartiendo todo lo que tenían. Y siempre recordaron la valiosa lección que les enseñó Lucas sobre resolución de conflictos.

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