La gran limpieza
Había una vez, en un hermoso bosque llamado Dayana, un grupo de dinosaurios muy especiales. Estos dinosaurios no eran como los demás, ¡eran artistas! Les encantaba cantar, bailar y actuar en el teatro Mango.
En el teatro Mango, todos los días se presentaban increíbles obras de teatro para todos los animales del bosque. Había dramas, comedias y hasta musicales.
Los dinosaurios ponían todo su corazón en cada actuación y siempre conseguían arrancar sonrisas y aplausos de la audiencia. Un día, mientras ensayaban una nueva obra sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, uno de los dinosaurios llamado Triceratops notó algo extraño. El bosque estaba lleno de basura y contaminación.
"¡Chicos! Tenemos que hacer algo", exclamó Triceratops preocupado. Los demás dinosaurios asintieron con tristeza. Sabían que si continuaban así, su amado bosque estaría en peligro. Decidieron que debían hablar con los demás animales del bosque para buscar soluciones juntos.
Así fue como organizaron una reunión en el teatro Mango para informar a todos sobre la situación del bosque y pedir su ayuda para limpiarlo. Todos estaban dispuestos a colaborar porque sabían lo importante que era cuidar su hogar.
El día siguiente, todos los animales se reunieron con bolsas y guantes listos para reagarrar la basura dispersa por el bosque. Los dinosaurios lideraron las tareas asignando grupos a diferentes áreas del bosque.
Mientras trabajaban duro limpiando y reagarrando la basura, los dinosaurios no dejaban de cantar y bailar para mantener el ánimo alto. El ambiente se llenó de alegría y entusiasmo.
De repente, mientras recogían basura cerca del río, uno de los dinosaurios llamado Estegosaurio encontró una garrafa llena de un líquido extraño y peligroso. "¡Cuidado! Esta sustancia puede dañar nuestro bosque", advirtió Estegosaurio alarmado. Los demás dinosaurios se acercaron a ver lo que había encontrado.
Decidieron llevar la garrafa al teatro Mango para analizarla y descubrir cómo deshacerse correctamente de ella sin causar daño al medio ambiente. Después de investigar, descubrieron que la sustancia era tóxica y debía ser tratada con mucho cuidado.
Los dinosaurios organizaron una campaña educativa en el teatro Mango para enseñar a todos los animales del bosque sobre el manejo adecuado de productos químicos peligrosos. El mensaje fue claro: nunca tirar productos tóxicos en el bosque o en cualquier otro lugar natural.
Siempre buscar lugares adecuados para desecharlos donde no causen daño al medio ambiente ni a ningún ser vivo. Con el tiempo, gracias al esfuerzo conjunto de todos los animales del bosque, lograron limpiar por completo Dayana y recuperarlo como un lugar seguro y hermoso nuevamente.
Los árboles volvieron a crecer frondosos, las flores llenaron el aire con su dulce aroma y los animales vivieron felices en armonía con la naturaleza.
Los dinosaurios continuaron actuando en el teatro Mango, pero ahora sus obras también tenían un mensaje aún más poderoso: la importancia de cuidar y respetar nuestro hogar, la Tierra. Y así, gracias a los dinosaurios artistas del teatro Mango, Dayana se convirtió en un ejemplo para todos los bosques del mundo.
Los animales aprendieron que todos podemos hacer una diferencia si trabajamos juntos y cuidamos de nuestro planeta.
FIN.