La Gran Limpieza en Brilloestelar



En un lejano planeta llamado Brilloestelar, vivían las estrellas Sol y Luna, junto al simpático Planeta Tierra. Todos los habitantes de este planeta eran muy felices y se divertían cuidando su hogar, el medio ambiente.

Un día, Sol, Luna y Tierra decidieron organizar una carrera para celebrar lo hermoso que era su planeta. Invitaron a todas las estrellas del universo a participar. Había estrellas fugaces veloces, estrellas brillantes y hasta alguna que otra nube traviesa.

La carrera comenzó en el bosque encantado de Brilloestelar. Las estrellas corrían entre los árboles cantando canciones alegres mientras recogían la basura que encontraban en su camino. Sabían lo importante que era mantener limpio su hogar.

- ¡Vamos, vamos! ¡Reciclemos y corramos juntos por nuestro planeta! -gritaba Sol animando a sus amigos. Pero de repente, una nube negra apareció en el cielo oscureciendo todo a su paso.

Era Nubarrón, la nube malhumorada que no le importaba el medio ambiente ni la alegría de los demás. - Jaja, ¿qué hacen ustedes corriendo y reagarrando basura? ¡Qué pérdida de tiempo! -se burlaba Nubarrón con voz grave y triste.

Las estrellas se entristecieron al escuchar las palabras de Nubarrón pero no se dieron por vencidas. Seguían corriendo juntas, limpiando el bosque con cada paso que daban.

De repente, una idea brillante surgió en la mente de Sol: convocar a todos los planetas del sistema solar para ayudar en la limpieza del universo. Y así lo hicieron.

Mercurio trajo guantes para reagarrar basura; Venus llevó bolsas reciclables; Marte trajo semillas para plantar árboles; Júpiter proporcionó agua fresca para regar las plantas; Saturno iluminó la noche con sus anillos resplandecientes; Urano soplo viento fresco para despejar el aire contaminado; Neptuno trajo peces coloridos para nadar en ríos limpios. Todos trabajaron juntos como un equipo unido por un mismo objetivo: cuidar su hogar, el universo entero.

Finalmente, después de horas de arduo trabajo y diversión, el bosque encantado estaba más hermoso que nunca gracias al esfuerzo conjunto de todos los astros del universo.

- ¡Lo logramos! ¡Nuestro planeta brilla como nunca antes gracias al trabajo en equipo! -exclamó Tierra emocionada mientras abrazaba a sus amigos estelares. Desde ese día en adelante, Nubarrón aprendió la importancia del cuidado del medio ambiente y se convirtió en una nube amigable que colaboraba con alegría en mantener limpia su casa común: el Universo.

Y así fue como Sol, Luna, Tierra y todas las estrellas del firmamento demostraron que cuando trabajamos juntos por un bien común podemos lograr grandes cosas y hacer brillar incluso las noches más oscuras con luz propia.

FIN.

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