La Gran Misión de la Tortuga



En la tierra de la selva vivían muchos animales, pero un problema los aquejaba a todos: el hambre. Las reservas de alimentos estaban disminuyendo rápidamente y necesitaban encontrar una solución.

Después de una larga reunión, decidieron que la responsabilidad de resolver el problema recayera en la tortuga, conocida por su sabiduría y paciencia. "Querida tortuga, te encomendamos la importante tarea de encontrar una solución al hambre que nos afecta a todos," dijo el conejo, representando a los demás animales.

La tortuga, con su caparazón brillante y ojos serenos, asintió con determinación. Decidió que la mejor manera de resolver el problema era mediante la siembra de un huerto comunitario.

Con su lenta pero constante determinación, la tortuga comenzó a sembrar semillas en un claro de la selva. A pesar de las dudas y burlas de algunos animales, la tortuga perseveró. Regaba las plantas con cuidado, protegiéndolas de los depredadores y asegurándose de que tuvieran suficiente sol y nutrientes.

Pasaron las semanas y las plantas comenzaron a crecer, dando frutos y vegetales. Los animales quedaron maravillados al ver el resultado del esfuerzo de la tortuga. Pronto, la comunidad disfrutaba de deliciosas cosechas y el hambre desapareció.

La tortuga demostró que con paciencia, perseverancia y trabajo en equipo, se podían lograr grandes cosas. Los animales aprendieron la valiosa lección de que cada uno puede aportar soluciones a los problemas comunes, sin importar cuán grande o pequeño sea.

Así, la tortuga se convirtió en un ejemplo a seguir para todos, y la comunidad de la selva vivió feliz y próspera gracias a su gran misión.

FIN.

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