La granja aventurera

En una granja muy especial vivían una vaca llamada Carmela, una oveja llamada Ramona, una gallina llamada Matilde y un conejo llamado Benjamín.

Todos los animales de la granja eran grandes amigos y les encantaba salir juntos a descubrir el mundo que los rodeaba. Un día, decidieron aventurarse más allá de los campos y adentrarse en el bosque. "¡Qué emoción! Nunca habíamos ido tan lejos antes", exclamó la oveja Ramona. "Sí, será muy divertido", agregó la gallina Matilde.

"Espero que no nos perdamos", dijo preocupado el conejo Benjamín. A pesar de sus temores, los cuatro amigos se adentraron en el bosque, maravillados por los nuevos paisajes y sonidos. De repente, se encontraron con un arroyo que les impedía seguir adelante.

"¡Oh no! ¿Cómo cruzaremos esto?", preguntó la vaca Carmela. "Tranquila, yo tengo una idea", dijo la gallina Matilde. Construyeron un pequeño puente con ramas y hojas, y así lograron cruzar el arroyo sin problemas.

Continuaron caminando hasta que se toparon con un zorro que parecía muy hambriento. "¡Miren quién tenemos aquí, cuatro deliciosas presas!", exclamó el zorro con una sonrisa maliciosa. Los amigos se miraron unos a otros, asustados, pero decidieron no rendirse.

"¡Corran hacia el claro del bosque!", gritó la oveja Ramona. Corrieron tan rápido como pudieron, esquivando los árboles y las piedras, hasta que finalmente llegaron a un lugar seguro. El zorro no pudo alcanzarlos y se alejó gruñendo. Los amigos se abrazaron aliviados.

"Eso estuvo cerca, pero juntos pudimos superarlo", dijo el conejo Benjamín. "¡Sí! Somos un gran equipo", exclamó la vaca Carmela. Finalmente, regresaron a la granja, con mil historias que contar sobre su emocionante aventura.

A partir de ese día, los cuatro amigos se dieron cuenta de que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara, y su amistad se volvió más fuerte que nunca.