La granja de la ovejita blanca y sus amigos

En una granja muy especial vivía una hermosa ovejita blanca llamada Lana, cuya lana era tan esponjosa que todos los animales de la granja la envidiaban. Lana vivía feliz junto a sus amigos: dos pequeños chanchitos traviesos llamados Panceta y Chorizo, tres vaquitas cariñosas llamadas Margarita, Milka y Manchita, cuatro patitos amarillos lindos y alegres llamados Pío, Pío, Pío y Pío, y cinco hermosos cisnes elegantes llamados Celeste, Azul, Blanco, Rosa y Dorado.

Un día, la granja se vio amenazada por un terrible problema: un granjero descuidado dejó abierta la puerta del establo y todos los animales corrieron descontroladamente por los campos. Lana, junto a sus amigos, decidió tomar cartas en el asunto para solucionar este lío. - ¡Chicos, tenemos que encontrar a los demás animales y llevarlos de vuelta al establo! ¡No podemos dejar que se pierdan o lastimen! - exclamó Lana con determinación.

Panceta y Chorizo, los chanchitos, se ofrecieron a buscar a los patitos, mientras que las vaquitas se encargarían de reunir a los cisnes. La ovejita decidió ir por su cuenta a buscar a los demás animalitos que se habían dispersado por el campo. Con valentía y astucia, Lana logró convencer a cada uno de sus amigos animales de regresar al establo, recordándoles lo importante que es permanecer unidos y cuidarse mutuamente.

Después de un arduo trabajo, todos los animales estaban a salvo en el establo. El granjero, al ver la hazaña de Lana y sus amigos, les agradeció y prometió ser más cuidadoso en el futuro. A partir de ese día, la granja se convirtió en un lugar donde la unión y el compañerismo reinaban, gracias a la valentía y determinación de la ovejita Lana y sus amigos.

Y así, todos vivieron felices y en armonía, aprendiendo que con cooperación y amistad, cualquier problema puede ser resuelto.