La granja de los quesos



Había una vez en un tranquilo pueblo de la montaña, una cabra llamada Margarita. Margarita era muy especial, ya que tenía unos enormes cuernos que le impedían acercarse a la comida.

Esto la ponía muy triste, ya que no podía alimentarse como las demás cabras. Un día, cansada de pasar hambre, Margarita decidió buscar ayuda. Recorrió el pueblo preguntando a todos si sabían cómo podría solucionar su problema. Finalmente, llegó al taller del carpintero Juan.

"Hola, ¿eres tú el famoso carpintero Juan?", preguntó Margarita tímidamente. Juan se sorprendió al ver a la cabra hablándole y asintió con la cabeza. "Sí, soy yo. ¿En qué puedo ayudarte?", respondió curioso.

Margarita explicó su situación y le pidió a Juan que le ayudara a serrarle los cuernos para poder comer sin dificultad. Juan se conmovió por la historia de Margarita y decidió ayudarla sin dudarlo.

Después de un rato de trabajo duro, Juan logró quitarle los cuernos a Margarita sin lastimarla. La cabra estaba tan feliz que no paraba de dar saltitos de alegría. "¡Muchas gracias, Juan! Ahora podré comer sin problemas", exclamó Margarita emocionada.

Pero en ese momento, a Juan se le ocurrió una idea brillante:"Margarita, ¿qué te parecería si vivimos juntos? Tú me das tu deliciosa leche y yo te doy un hogar donde siempre tendrás comida y cariño", propuso el carpintero.

La cabra no lo podía creer; nunca había imaginado tener un amigo tan generoso como Juan. Aceptó encantada la propuesta y así comenzaron a vivir juntos en el taller del carpintero. Los días pasaban y la amistad entre Margarita y Juan crecía cada vez más fuerte.

Juntos trabajaban arduamente: él fabricaba hermosos muebles mientras ella producía abundante leche para vender en el mercado del pueblo. Pronto, la noticia sobre el exquisito queso de cabra hecho por Juan comenzó a correr por todo el pueblo.

La gente venía de todas partes para probarlo y quedaban maravillados por su sabor único. El negocio prosperaba tanto que decidieron abrir una pequeña quesería juntos.

Margarita estaba radiante; finalmente había encontrado su lugar en el mundo gracias a la amabilidad y generosidad de su amigo Juan. Y así fue como Margarita aprendió que las dificultades pueden convertirse en oportunidades si uno tiene amigos dispuestos a ayudar.

Juntos demostraron que con esfuerzo, solidaridad y amor todo es posible en esta vida.

FIN.

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